Entre 80 o 90 agricultores y ganaderos segovianos, como media, abandonan su actividad en el campo cada mes, según las cifras de afiliación a la Seguridad Social que manejan las organizaciones profesionales agrarias.
La estructura demográfica y la falta de rentabilidad de las pequeñas explotaciones constituyen algunas de las razones por las que se viene produciendo, desde hace meses, la reducción del volumen de población activa que se gana la vida labrando la tierra o cuidando ganado.
Según los datos que ha aportado la Unión de Campesinos de Segovia-UCCL en base a estadísticas que ofrece la Seguridad Social, sólo el pasado mes de enero de este año, 89 agricultores y ganaderos segovianos a título principal, de un total de 847 en Castilla y León, decidieron dejar la actividad.
A juicio del presidente de la Cámara Agraria provincial, Eduardo Herguedas, estos datos ponen de manifiesto “la tremenda crisis silenciosa que arrastra este colectivo en las últimas campañas, que no hace más que agravarse con el paso de los días, teniendo en cuenta que en Segovia, sólo en un mes, han dejado el campo más de la mitad de los profesionales que lo hicieron en el pasado 2008”.
En opinión del también coordinador provincial de UCCL, resulta preciso que las distintas administraciones públicas “comiencen a tomarse en serio, algo que no han hecho hasta la fecha, la dramática situación que se vive en el sector agrario desde hace años”. “Ha llegado el momento —prosigue— de que tanto desde el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino como desde la Junta de Castilla y León se lleve a cabo una verdadera política agraria a favor de los Agricultores y Ganaderos a Título Principal (ATPs) tendente a tratar de recuperar la renta de estos profesionales, olvidándose de ese papel de meros gestores de los fondos que llegan desde Bruselas en el que tan cómodos parecen sentirse”.
En todo caso, desde la Consejería de Agricultura y Ganadería recuerdan que aunque haya descenso de profesionales en el campo, el sector está sorteando mejor que otros la actual crisis que afecta a todos los países y ámbitos sociales y económicos. Recuerdan que el mundo de la alimentación tiene garantizada su viabilidad aunque deba competir en un sistema de libre mercado. Sin embargo, las mismas fuentes matizaron que puede mejorarse la situación y que una de las estrategias pasa por buscar aspectos diferenciadores, como la calidad. Por ello la titular de la Consejería, Silvia Clemente, recuerda que se ha puesto en marcha la marca ‘Tierra de sabor’ como forma de aportar una plusvalía a los alimentos que salen de esta región y de la que puedan beneficiarse los agricultores, ganaderos y las industrias agroalimentarias de Castilla y León.
Uno de los ámbitos donde los agricultores y administración coinciden es en la necesidad de reducir lo que consideran “desproporcionadas subidas” que se han producido en los últimos meses en los distintos factores de producción (gasóleo, abonos, piensos o electricidad) frente a la estabilidad del valor del producto final, especialmente en las grandes superficies, de los que califican de “abusivos” los márgenes comerciales que existen entre los precios en origen y de destino.
