Rajoy ya puede empezar a respirar más tranquilo tras el varapalo del pasado domingo en Andalucía. Y es que, gracias a una serie de carambolas, el PP, que necesita el acuerdo con Foro y UPyD, podría llegar a presidir Asturias, a través de su número uno, Mercedes Fernández. No parece en absoluto descabellado.
Y para alumbrar tamaña teoría, algo impensable hasta ayer mismo -dado que los populares solo han sido terceros en los comicios, con 10 escaños-, sirva el hecho de que Francisco Álvarez Cascos aseguró estar abierto a permitir que su antiguo partido gobierne en el Principado. Y eso que tiene dos parlamentarios más.
En declaraciones a los periodistas tras más de una hora y media de conversación, los líderes de una y otra formación dibujaron un panorama abierto con «un programa de cambio», así como la voluntad de dotar a la comunidad de «un Ejecutivo estable».
El exministro de Fomento destacó la disponibilidad de FAC «en los términos más amplios» para alcanzar un acuerdo con otras fuerzas políticas, y «en particular con el PP».
En este sentido, y preguntado sobre la posibilidad de negociar la Presidencia autonómica, aseguró que no hay «nada descartado», salvo un acuerdo -«bilateral o trilateral si llegase el momento»- negociado sobre un programa «de cambio» con «concesiones razonables» de las partes para que los firmantes se sientan solidariamente «comprometidos». «Todo lo demás se puede contemplar», insistió.
Como ya hiciera en las pasadas autonómicas, el político madrileño indicó que los acuerdos tienen un ámbito institucional, relativo a la constitución de la Junta General del Principado; otro tocante a la constitución del Gobierno y su formato y un último referente a la adopción de un programa de Gobierno, al que se referió «decisivo y determinante».
Desde las filas populares, Mercedes Cherines Fernández eludió decantarse por alguna de las tres fórmulas, y esgrimió que «con hipótesis cerradas se trabaja peor por la gobernabilidad de Asturias».
La de Gijón incidió en que se ha tratado de una mera toma de contacto fruto del mandato de las urnas, y adelantó que «el PP tiene vocación de un Gobierno estable que esté a la altura de la circunstancias», para lo que dará prioridad al «diálogo» y el «consenso», con «la misma disposición y disponibilidad» que en el pasado.
No obstante, la reunión decisiva será, a la espera de que prospere -algo improbable- el recurso de Foro contra el voto inmigrante, la que hoy tenga Cascos con el representante de UPyD, Ignacio Prendes, que, con su asiento, tiene la llave del poder. «No quiero que se repitan las irresponsabilidades de los últimos 10 meses», comentó, dejando otra elocuente perla: «No me comprometí a pactar con el que obtuviera más votos». Y ahí se asientan las esperanzas del PP.
