Todavía no están instaladas pero lo estarán en breve. Dos placas informativas en tres idiomas alertarán de la prohibición de subirse en los sillares del Acueducto. Así lo confirmó ayer la concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, quien explicó que se trata de disuadir tanto a jóvenes segovianos, principalmente, como a familias de turistas, de acceder a los arcos del monumento romano situados en la plaza de Día Sanz, una zona donde es más fácil subir a los mismos debido a su escasa altura.
La alcaldesa, Clara Luquero, ya anunció este tipo de medidas de carácter preventivo, como lo es también el incremento de la presencia de los agentes de la Policía Local que cubren las principales zonas turísticas del casco antiguo.
Tanto Luquero como De Santos insistieron en que están convencidas de que la intención de quienes se han subido a los arcos del principal monumento y emblema de la ciudad no es causar ningún daño, pero se trata de protegerlo y de ser respetuosos con un vestigio de la antigüedad único en el mundo por su estado de conservación y su enclave urbano.
Las placas se colocarán próximamente en una farola de alumbrado público y en sobre un mástil en una zona ajardinada en un recodo situado junto a la Academia de Artillería, según informó De Santos. Ayer mismo, la concejala, acompañada de empleados municipales de Turismo y Patrimonio y de Policía Local, comprobaron in situ la localización de estas placas que llevan escrito el mensaje “prohibido subir al Acueducto” en castellano, inglés y francés. La edil comentó que este último idioma se ha incorporado, a pesar de no ser tan mayoritario como los otros dos, por la ya tradicional llegada a la ciudad de grupos de estudiantes de centros de Secundaria franceses que pasan temporadas en Segovia para mejorar su castellano, muchos de los cuales se alojan con familias segovianas. Precisamente esas remesas de franceses se producen coincidiendo con estos meses primaverales.
Además, las placas indican la existencia de una Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León que protege, entre otros, al Acueducto de Segovia y considera un delito cualquier daño que se le pueda ocasionar.
Se cumple ahora un mes desde que la alcaldesa decidiera abordar este problema tras conocer en el transcurso de una rueda de prensa de la existencia de una fotografía que estaba circulando por redes sociales en la que aparecían dos jóvenes subidas en uno de los arcos del monumento haciendo ‘botellón’, acompañadas por otras personas que se encontraban fuera del Acueducto. Se trata de una instantánea del fotógrafo de prensa Antonio de Torre que éste había subido a su muro de Facebook el 15 de marzo.
