Hoy en día sabemos que el deporte a cualquier edad es beneficioso, pero en los últimos años cobra especial importancia en los niños y adolescentes, ya que la obesidad infantil en España supera ya la registrada en Estados Unidos, debido al ritmo de vida, a los alimentos elaborados y la falta de ejercicio físico. (Dr. Abelardo Caballero, director del Instituto de Obesidad (IOB).
¿Cómo podemos combatir esto? Con la alimentación y el deporte. Respecto a la alimentación en niños y adolescentes es muy importante el desayuno y el aporte de varios nutrientes básicos como son el calcio, el hierro, el fósforo, la vitamina A, la vitamina D, la proteína y los omega 3.
El desayuno es la comida más importante del día, pero según el estudio ‘Dime cómo comes’ (2004; J Aranceta et al.) realizado en 12 centros escolares con 322 niños de edad comprendida entre tres y dieciséis años, mostraba como el 12% no desayunaban, el 33% desayunaban lácteos, cereales y fruta y un 35% desayunaba en menos de diez minutos, deduciendo además que el consumo de dulces, golosinas, carnes y huevos habían aumentado, y los cereales, pescados, frutas y verduras habían disminuido.
Si el desayuno está basado en carbohidratos de índice glucémico alto, como es la bollería, galletas, magdalenas… esto provocará un aumento de los niveles de azúcar en sangre y hará que el páncreas segregue insulina dando una bajada de azúcar por debajo de los niveles normales. Esto puede hacer que el niño esté más cansado y le cueste concentrarse o entrenar con normalidad en esos momentos. Por eso es importante que los padres tomemos conciencia de la importancia de la alimentación, ya que somos los que hacemos la compra y los que enseñamos hábitos a nuestros hijos.
Respecto al deporte, es importante realizarlo a diario, con entrenamientos o juegos. Cuando un niño hace deporte va a utilizar los carbohidratos como energía, va a trabajar los músculos, y va a sudar perdiendo agua y sales minerales. Por eso es importante la alimentación antes y después del entrenamiento, y la hidratación durante.
Al final, como madre, me doy cuenta de que los niños hacen lo que ven, no lo que les decimos que hagan. Invito a todos los padres a elegir un estilo de vida saludable para que nuestros hijos lo hagan también. Si ellos nos ven comer fruta y verdura, hacer ejercicio y beber agua, la probabilidad de que ellos también lo hagan es muy alta. Y si podemos compartir el deporte en familia mucho mejor, es más divertido y se comparte un tiempo muy valioso.