marta berzal / segovia
Hace años, el hecho de sacarse el carné de conducir era contemplado como un premio. Una recompensa tras haber trabajado duramente todo el año, todo el curso escolar. Hoy en día, tal y como expresa la presidenta de las autoescuelas segovianas, Irene Herranz “pocos alumnos vienen con ilusión de conducir, la gran mayoría lo consideran como una formación más. Algo que hay que tener para el trabajo y la vida personal”. En los tiempos que corren, cualquier ampliación del currículum es poca.
Las autoescuelas son uno de los sectores más castigados por la crisis ecónomica, de eso no hay duda. El consumo ha descendido bruscamente en lo últimos años, por lo que al tratarse de un servicio más, las clases de las autoescuelas se han vaciado.
A pesar de esta triste situación, el verano siempre se presenta como una ocasión optimista para recuperar parte de los ingresos que se embolsaban en tiempos pasados. Por supuesto, una muy pequeña parte, ya que el coste medio del carné “ha descendido bruscamente”, tal y como Herranz señala. Desde hace un par de veranos, se pueden ver ofertas y propuestas de precios muy bajos para intentar captar más alumnos. Este ajuste de precios no ha logrado su objetivo del todo, ya que a pesar de las bajadas, el carné de conducir no deja de ser un bien superfluo para muchos.
La edad del alumnado durante el período estival está entre los 18 y 22 años, tras poner fin a sus estudios. La situación actual ha hecho que la gente mire ahora el carné de conducir como un suplemento a la hora de encontrar trabajo, un plus en la formación. Esto hace que la emoción de antaño por conducir un vehículo haya desaparecido.
En algunas ocasiones, la financiación es llevada a cabo por los padres, debido a la falta de solvencia de los estudiantes. En otros, por el contrario, es el propio alumno quien sufraga los gastos, por la necesidad de poseer el documento y ampliar sus oportunidades en el ámbito laboral.
Segovia, junto con ciudades como Barcelona, Burgos o Las Palmas, fue pionera en realizar el llamado Examen de Calidad. Según Herranz, “el examen no es más difícil, sino más justo con el alumno. Es un examen más racional, no se penaliza tanto cada falta leve, sino lo que el alumno sabe en una valoración global”.
Por otra parte, el novedoso examen teórico podrá realizarse a finales de verano. La implantación de los ordenadores ya está hecha en las pistas de tráfico, esperando a ser estrenada. Las preguntas se aumentarán y habrá varios modelos para todos, combinándose entre sí para cada alumno. El examen será realizado en tandas de 20 alumnos.
