Era su deseo, como así lo dejó en sus escritos, y la poeta cuellarana cuenta por fin con su biografía. Incluso en la portada de esta publicación se ven sus intenciones de contar con una, y ha sido María del Carmen Gómez la encargada de adentrarse en su vida. “Me hubiera gustado conocerla”, comentó en este elaborado acto de presentación que en cierto modo, logró cumplir el sueño de ambas cuellaranas.
Restos de pinar recibieron a los muchos asistentes, pues la sala cultural de su propio nombre se llenó. Antes de comenzar, Carmen Gómez se encontró con amigos, compañeros y familiares que quisieron adquirir un ejemplar y ella misma se lo dedicó con la emoción de estar viendo el resultado de un arduo proceso de investigación y trabajo. Esos restos de pinares consiguieron trasladar al público hasta “La charca”, la famosa casa donde residió la poeta, cuya biblioteca, su estructura de vigas, se ha convertido en un símbolo conocido por todos los cuellaranos. Gómez, de manera cercana y entre el público, comenzó dando las gracias a sus hijas y a sus familiares, por ser apoyo incondicional en un proceso que, como suele ocurrirles a los escritores, tiene fases y altibajos. Pero finalmente, el trabajo vio la luz en la sala que honra la labor de la poeta cuellarana, y fueron muchos los amigos y compañeros con un papel destacado en esta puesta en escena. Uno de ellos, quien presentó el acto y dio la enhorabuena a la autora, fue José Luis Coronado, que subió al escenario encantado de haber tenido una excusa para estar en su querido Cuéllar. Aseguró haber disfrutado de la obra como si de una novela se tratase, pero aún así, corroboró que se trata de una biografía, estructurada como tal, pero que hará disfrutar a los lectores.
Gómez, por su parte, afirmó haber aprendido sobre muchos campos, muchas materias, y sobre todo geografía, pues Alfonsa de la Torre viajó mucho. Su personalidad también se ha adentrado en la de la autora, una simbiosis que se pudo ver en escena momentos después. “Interconexiones y casualidades”, según se mire y como habló Gómez, “algo especial” que no le había contado a nadie. Explicó que los deseos de De la Torre eran que su biografía la escribieran dos grandes doctoras, Josefina Romo y Diana Ramírez, escribieran su biografía. “Ella sabía que su biografía podía llegar a gente culta, era exigente”, comentó. Ejercía de maestra de los niños del guarda, y de alguna bachillera de Cuéllar que acudía a su casa. “Yo a lo largo de este proceso me he sentido una bachillera, he aprendido tanto… me he sentido tal a través de las cartas de Alfonsa; ¿cómo una bachillera se iba a poner a hacer esto?”, comentó la ex concejala de Cultura, muy emocionada.
Tras las presentaciones dio comienzo la verdadera puesta en escena, un encuentro entre Alfonsa de la Torre, interpretada por Ana María Rodríguez, y Carmen Gómez, cara a cara, en “La charca”, disfrutando de un té. Incluso hubo espacio para los anacronismos, con bromas referentes al antiguo cargo de la concejala, que permitió que la sala en la que se desarrolló el evento de presentación, lleve su nombre.
