En mitad de la pandemia ocasionada por la COVID-19, la Universidad de Valladolid apostó por la presencialidad para la docencia del curso 2020/21, y todo ello a pesar de la gran incertidumbre que había en la sociedad. Las principales razones de esta apuesta fueron, por una parte, la convicción de que los medios digitales sólo pueden ser un recurso, pero nunca pueden sustituir la relación que se establece durante una sesión presencial, especialmente en momentos formativos, con claro enfoque dialógico o experiencial, donde una pantalla se convierte en una barrera difícilmente salvable. Por otra, poner en marcha un plan global de búsqueda de soluciones, que permitiera aforos seguros en las aulas y el cumplimiento de las medidas preventivas indispensables: mascarilla, higiene de manos, limpieza de los espacios, ventilación y distancia interpersonal.
Las claves para lograrlo fueron una implicación máxima de toda la comunidad universitaria: alumnado, profesorado, personal de administración y servicios y equipo de limpieza, que aunaron esfuerzos para garantizar un espacio universitario seguro.
• Durante ese primer curso la actitud y la conducta fueron mayoritariamente responsables y, pese a las restrictivas medidas que tuvieron que adoptarse, no se registraron incidencias de contagios en el Campus.
• Fuerte inversión económica en equipos de videoconferencia para todas las aulas, lo que hizo conectarse a las personas confinadas y permitió el desdoble de grupos para respetar el aforo de las aulas, con estrategias como las aulas espejo o la división de grupos en sesiones híbridas presencial/virtual. En el primer caso, la mitad del grupo podía seguir la clase desde otra aula a través de la cámara y la pantalla, pudiendo intervenir gracias a la calidad del micrófono del equipo. En el segundo caso, la mitad del grupo seguía las clases de esa sesión desde casa, a través de su ordenador, con conexión por videoconferencia al aula del Campus.
• Medidas muy restrictivas y, en ocasiones, impopulares, como la eliminación de los espacios para comer, la anulación de las máquinas de vending, la limitación de acceso a los libros de la biblioteca o la reducción de los puestos de estudio. Estas medidas se cumplieron, excepto, lamentablemente, la prohibición de fumar en los alrededores del Campus, especialmente cerca de las puertas de acceso, a pesar de los reiterados mensajes de respeto a las normas.
Probablemente, parte del éxito de esta gestión ha recaído en la constitución de un Comité de Seguridad y Salud del Campus, específicamente destinado a debatir y definir las medidas preventivas e informar del flujo de incidencias en el Campus. Este Comité está compuesto por un equipo que ha incluido a las personas responsables COVID de los tres centros, a representantes de los diferentes servicios y a los delegados de prevención; presidido por el vicerrector del Campus de Segovia. En reuniones semanales, durante todo este periodo, se ha evaluado constantemente la situación y se han adoptado medidas que han sido revisadas constantemente, con el fin de ser eficientes, en todo momento, en la lucha contra el virus en los espacios universitarios.
Todas las decisiones, junto con las incidencias semanales y, en ocasiones, diarias, se remiten al servicio de prevención de la UVa en Valladolid, a través de un canal habilitado al efecto, con el fin de tener capacidad de reacción ante cualquier señal alarmante. Del mismo modo, el Comité de Seguridad y Salud general de la UVa define las medidas globales, siempre a partir de las directrices normativas de la Junta de Castilla y León, que luego se adoptan y se adaptan a nuestro Campus.
La docencia ha sido compleja, con múltiples adaptaciones para evitar que las personas confinadas perdieran las clases o se vieran en desigualdad ante las evaluaciones. Todo ha sido posible gracias a un generoso esfuerzo colectivo.
A pesar de que este nuevo curso 2021/22 se afrontaba con mayores esperanzas, habida cuenta de la reducción de las incidencias, se optó por el mantenimiento de las medidas que habían dado sus frutos en el curso anterior. Estas medidas se fueron flexibilizando como, por ejemplo, la circulación por los pasillos, la reapertura de espacios para comer y algunas máquinas de vending, el acceso a los libros en la biblioteca o el aumento de los aforos y puestos de estudio y la posibilidad de trabajar en grupo. Gracias a todo ello, hemos podido afrontar la última ola de contagios con garantías y confianza. Sin embargo, la percepción del riesgo ha ido bajando progresivamente y el exceso de confianza ha reducido las conductas responsables, encontrando con frecuencia un uso indebido de la mascarilla o una menos frecuente ventilación de los espacios. Los medidores de concentración de CO2 instalados en las aulas daban cuenta de mayor cantidad de momentos en los que se superaban los niveles aceptables y se han tenido que reiterar con mayor frecuencia las llamadas de atención para no perder el rumbo y no olvidar que seguimos ante una situación sanitaria compleja que requiere del esfuerzo de todos y de ‘un último esfuerzo’, como rezaba el mensaje que se emitió antes de las vacaciones navideñas con el fin de ser responsables para ir a casa con seguridad y regresar en enero habiendo adoptado todas las precauciones. La realidad ha sido un jarro de agua fría y hemos vuelto, como ha sucedido en el conjunto de la población, a registrar los datos más altos de incidencias de todo el curso. A pesar de ello, triste consuelo, ninguno de los casos ha tenido su origen en el Campus.
Sin duda, las condiciones actuales son más favorables para afrontar esta situación. Por la experiencia previa, sabemos cómo actuar mejor y estamos mejor preparados. Sin embargo, tenemos que seguir pidiendo que se mantengan las medidas preventivas básicas para lograr normalizar la vida universitaria lo antes posible. La tarea educativa tiene, por naturaleza, altas dosis de optimismo y confianza en las personas. Confiamos en que entre todos y todas vamos a poner freno a la COVID-19 y podremos afrontar el curso 2022/23 con plena normalidad.
Comité de Seguridad y Salud del Campus
