Vuelve el pulso entre la dirección nacional del PP y la valenciana por culpa de la fecha de proclamación de Francisco Camps como candidato. Mientras Madrid la deja en vilo y elude plazos, en Valencia aumenta la desconfianza porque quieren que la ratificación sea cuanto antes. No obstante, la apuesta de Rajoy parece la más sensata, pues ha dado luz verde a que los levantinos aúpen a su líder, mientras espera al desarrollo del juicio de los trajes.
Las aguas parecen haber vuelto rápidamente a su cauce, y la palabra crisis no existe. De hecho, en sus primeras frases como aspirante oficial, Camps agradeció el apoyo de Madrid, al tiempo que pronosticó que tendrá la «oportunidad y la enorme suerte» de presidir el Gobierno valenciano mientras que al frente del Ejecutivo central estará Rajoy, a quien definió «como un amigo y una persona» de la que ha sido «leal y fiel colaborador».
El bloque conservador en esta comunidad, tanto en público como en privado, maneja este mes como plazo, de modo que en las dos semanas que restan hasta el acto autonómico del primer fin de semana de marzo en Palma, se produciría la ratificación del president por el comité electoral nacional. Al menos eso es lo que se cree en la Capital del Turia, máxime después de haber hablado con Génova. Así, la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, conversó con integrantes de la cúpula levantina el pasado fin de semana para acompasar los tiempos, según fuentes madrileñas. Pero con una salvedad: la casa madre no se comprometió a seguir el plazo por el que suspira la gente de Camps.
Además, no se respetó el pasado lunes uno de los puntos acordados en esa cita: que no iba a haber presiones desde Valencia para que se hiciera oficial el cabeza de lista para el 22 de mayo. Si a esto sumamos que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, declaró a primera hora de la mañana de ese día que no tenían aún decidido si apostarían por el político ché, que tiene 48 años, el comunicado de proclamación de candidato, en una reunión urgente, se interpreta como un desafío. Curiosamente, la dirigente conservadora sí filtró que habría una reunión del comité nacional esta semana, pero no para ratificar a Camps, sino a ella como aspirante en Castilla-La Mancha.
Ricardo Costa
La historia parece haberse vuelto a repetir, aunque sea parcialmente, pues Ricardo Costa, antes de quedar suspendido temporalmente de militancia, fue arropado por sus paisanos, lo que provocó que le lanzara un pulso a la dirección nacional que, lógicamente, perdió.
Mientras esta tormenta parece controlarse prescindiendo de palabras gruesas ante los micrófonos, en las dependencias de la sede del partido en la capital levantina se multiplican las suspicacias y crece la desconfianza, según reconocieron fuentes del PP regional, pues toma cuerpo la impresión de que en Génova no está tan clara la apuesta por Camps a pesar de que, desde Mariano Rajoy a Ana Mato, todos los dirigentes respaldan su candidatura.
Y es que influye, según un alto mando en Madrid que quiso permanecer en el anonimato, la situación judicial del presidente de la Generalitat, a quien el juez del TSJCV José Flors podría citar en los próximos días para que se siente en el banquillo por un supuesto delito de cohecho impropio, el de la aceptación de unos trajes que le habrían regalado los muñidores de la trama Gürtel. La decisión del magistrado tendrá lugar entre los últimos días de este mes y los primeros del próximo.
Por esa razón, la dirección nacional prefiere demorar la proclamación de Camps, en principio, si no cambian los planes, hasta la convocatoria oficial de las elecciones autonómicas, a finales de marzo. Solo así sabrá si está limpio.
Apoyo en televisión
Sin negar el malestar que hay en el PP regional, fuentes de Génova manifestaron que el líder conservador será el candidato con seguridad, sobre todo porque la causa de los trajes no le puede apear de la carrera. Y es que ya lo dijo Rajoy recientemente en una entrevista en televisión. Otra historia sería que, detrás de la instrucción de esas telas, se sume la de una hipotética financiación ilegal del PP valenciano, y en ese caso sería «muy difícil» apostar por Camps, para quien la Fiscalía Anticorrupción solicita una multa de 41.250 euros por un delito continuado de cohecho en relación con el caso Gürtel.
De todos modos, y en previsión de que se produjera un incendio en el principal partido de la oposición, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, sostuvo que la reunión que celebró el Comité Electoral del PP valenciano en la que se designó al president como candidato del partido para las elecciones autonómicas de mayo se convocó «a instancias» de Mariano Rajoy, «ya que los plazos ahora mismo son cortos».
