Nueva vuelta de tuerca en el principal problema del PP. El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, valora pagar la multa por cohecho pasivo para evitar sentarse en el banquillo y ser juzgado por la causa de los trajes derivado del caso Gürtel, pero esta opción pasa por que los otros tres imputados también reconozcan el delito. Ésa sería la única manera de evitar la temida foto del banquillo. Y 49.500 euros, claro, que sería el montante de la sanción administrativa máxima, que es la que solicitan los socialistas, personados como acusación particular.
Sin embargo, el ex secretario del PPCV y actual diputado, Ricardo Costa, no estaba en principio de acuerdo con esa fórmula por consejo de sus abogados, aunque, tras diversas conversaciones con Génova, ha puesto condiciones que se están negociando.
Así, el que fuera delfín del quebradero de cabeza que tiene en este momento Rajoy aceptaría reconocer que la trama Gürtel le hizo regalos, y pagar la multa correspondiente a cambio de algunas promesas de futuro. En este sentido, fuentes populares indicaron que Costa desea un reconocimiento por parte de su formación.
Por ello, entre sus exigencias figura que en las próximas elecciones generales sea nombrado coordinador de campaña del PPCV, así como conseller en el Ejecutivo de Camps después de los comicios legislativos.
Los acusados pueden llegar a una conformidad hasta un día antes de la celebración del juicio, pero para que éste no se lleve a cabo es imprescindible que los cuatro imputados acepten haber recibido las prendas de ropa como regalo y pagar la multa máxima por el delito que se les imputa. Para ello deben comparecer ante el secretario judicial de forma voluntaria y declararse culpables del delito del que se les acusa. Después de ser leídos los cargos y firmar el acta, la decisión se trasladará al presidente del tribunal.
Al parecer, el resto de acusados, el ex vicepresidente del Consell, Víctor Campos; y el ex jefe de Gabinete de la Conselleria de Turisme y actual responsable de Protocolo de la Diputación de Valencia, Rafael Betoret estarían dispuestos a aceptar la culpa y evitar el juicio.
Génova aceptaría que Camps, que tiene un contacto fluido con la cúpula, siga en su cargo, y para que el caso de los trajes y la apertura de juicio no sea un problema político creen que aceptar pagar la multa y evitar el banquillo es la solución más razonable.
También sorprende que, según fuentes de absoluta solvencia, el máximo dirigente levantino tiene pensado, en el caso de pagar la multa, encargar una encuesta sobre su popularidad. Si es positiva, organizaría en septiembre un acto multitudinario de adhesión.
Lara insta a Rajoy a «limpiar el armario»
El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, instó ayer al líder del PP, Mariano Rajoy, a «limpiar el armario de Valencia de cadáveres y de trajes» si quiere tener «un mínimo de credibilidad en el futuro», en referencia al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, al que definió como «un cadáver político que cada vez huele peor».
El jefe de IU acusó al gallego de practicar «la ley del silencio», por lo que se está convirtiendo en «cómplice y colaboracionista de una situación fea», en referencia a la ausencia de declaraciones del responsable popular respecto a la apertura de juicio oral a Camps por un delito de cohecho impropio en la conocida como causa de los trajes. En este sentido, afirmó que el dirigente conservador contradice el código ético de su grupo, «que el propio Camps firmó», y que pone en cuestión «sus promesas de más transparencia, más austeridad y más ética para cambiar la vida política española».
