La periodista y escritora Ana Basanta ahonda en la “situación de vida o muerte” de los campesinos colombianos a expensas de la violencia de los paramilitares en actitud de asesinos a sueldo en su primera novela ‘Días que valieron la pena’ (Tandaia), explicó Basanta en una entrevista.
En la novela, situada en 2006, una joven socióloga de 23 años, Laura, llega con una mochila de veinte kilos a las puertas de la Asociación Campesina del Magdalena Medio (ACMM) en la calurosa ciudad colombiana de Barrancabermeja, y centrada en la historia de los desplazados en Colombia, inicia un viaje por las comunidades campesinas. En esta gira la acompañará Álvaro Darío Rojas Restrepo, líder de la ACMM, recién salido de la cárcel tras seis meses recluso por un delito no probado como colaborador de la guerrilla.
La novela atraviesa un contexto de amenazas paramilitares, informantes que se mueven por venganzas personales y campesinos inocentes asesinados, en el que Laura vive “el desgarro y la pasión”, y se ve envuelta de una realidad de la que ya no podrá escapar.
Aunque la protagonista conoce muy bien la teoría, allí vive muchas más cosas de las que había pensado: “Lo que ve le estalla en la cara aunque sabe mucho de números y millones de desplazados” que viven con la maleta preparada por si llegan los paramilitares, no sabe nada que cómo es, en carne propia, oír en medio de la noche disparos sin saber su procedencia.
Épocas de la vida
En sus páginas subyace la idea de que “hay épocas cortas de la vida que marcan más que años enteros”, lo que hace que tras esta experiencia su protagonista no vuelva a ser la misma aunque haya sido necesario que pase por un desequilibrio.
“Hay épocas pequeñas que nos marcan muchísimo, pero pese a ello vale la pena vivirlas porque vale la pena aprender y recordar, y que nos transporten”, ha explicado Basanta, que ella misma ha viajado tres veces a Colombia, la primera con 29 años.
Aunque preguntada sobre si esta novela es autoficción ha asegurado que la historia de Laura y Álvaro son inventadas, pero ha agregado: “La visión de Laura en algunos momentos es la mía”.
Si bien el paisaje es real, los lugares son recreados y con descripciones inexactas de los tres viajes que realizó siempre por la zona geográfica del Magdaleno Medio (la parte media del río Magdaleno).
Una segunda trama del libro es la historia de amor entre sus protagonistas, un episodio “inesperado, loco, bonito y desgarrador”, situada en un escenario de conflicto bélico y con muchos ingredientes de verosimilitud.
Su historia contiene también una “crisis de identidad” de la protagonista que, en algunas ocasiones, se siente enfadada sin motivo, atrapada en la culpabilidad, pero sobre todo a las puertas de una madurez precoz.
