La conquista del campeonato de Liga del Atleti me pilló de retirada personal en el Monasterio de Valvanera. Uno sale de allí después de poner en orden su mente, su cuerpo, su espíritu, con el Atleti campeón y alcanza un estado supremo de plena felicidad, cercano a la esencia divina. Más allá de que el rival por el título fuera el Real Madrid, que a los colchoneros profundos ni nos va, ni nos viene.
Dos ligas en ocho temporadas. Las mismas que el vecino y la mitad que el Barça en ese periodo, dan que pensar, ya que ocho años no son poco tiempo. Circula por ahí (me refiero a Internet, claro) un vídeo de Perico Delgado en ‘Aprende con expertos’, un apartado de la plataforma #Mejorconectados de Teléfonica, en el que él mismo se considera un perdedor. El ciclista más carismático de todos los tiempos, vencedor de un Tour de Francia y de dos Vueltas a España, ¿¡se puede considerar un perdedor!? Pues sí; vean el vídeo y comprenderán.
Dos ligas en ocho temporadas. Las mismas que el vecino y la mitad que el Barça en ese periodo, dan que pensar, ya que ocho años no son poco tiempo
Hace unas cuantas temporadas escribí en esta misma columna que, en el deporte, como en la vida, se pierde mucho más que se gana. Y por eso es bueno educar a nuestros hijos para que aprendan que no pueden ganar siempre o, lo que es lo mismo, tener lo que quieran cuando lo quieran. Los aficionados del Atleti sabemos mucho de esto; por eso experimentamos mayor satisfacción cuando ganamos y, también, mayor control de la frustración cuando perdemos.
Y finalizo presentando públicamente, desde aquí, mis más sinceras disculpas a los madridistas de bien que me han felicitado por WhatsApp, por no atender a sus felicitaciones. He estado tan ocupado divirtiéndome con mis contactos del Atleti, que no me ha dado tiempo de atenderlos a ellos. En esta ocasión, en contra de la sabia sentencia de Faemino y Cansado, campeón es mucho más que subcampeón.
