Dar ejemplo ante la Iglesia y ante el mundo. El nuevo Pontífice de la Santa Sede, Francisco, destacó en su primera homilía como sucesor del Trono de San Pedro en la Capilla Sixtina que «cuando caminamos, edificamos y confesamos sin llevar la Cruz de Cristo, obispos, cardenales y Papas somos mundanos, pero no discípulos de Jesucristo. Hay que tener el coraje de caminar con la Cruz del Señor y edificar la Iglesia sobre la sangre de Cristo y de confesar la única gloria: Cristo crucificado». Estas fueron las palabras de la primera plática de Su Santidad con los cardenales, que apenas duró unos pocos minutos.
En su primera Misa, el Papa entró en la Capilla detrás de los 115 purpurados. Una vez en el altar, lo besó. Después, dio una vuelta con el incensiario. Algunos mitrados, en ese momento, juntaron las manos hacia el cielo mientras rezaban, al tiempo que el Pontífice lo hacía con la cabeza inclinada y las manos juntas.
Durante el sermón, de forma didáctica y sin dejar de gesticular con sus brazos, el nuevo Papa se detuvo en el elemento común de las dos lecturas y el Evangelio. El movimiento en el camino, en la edificación de la Iglesia y en el sacramento de la confesión. «Caminar, edificar, confesar», remarcó.
Así, comenzó explicando que el Señor invita a andar en su presencia y recordó que «la vida es un recorrido y, cuando se para, la situación no funciona», indicó en italiano, idioma en el que pronunció toda la homilía.
Además, subrayó que hay que «edificar la Iglesia, la esposa de Cristo sobre la piedra angular», no como los castillos de arena que hacen los niños que se derrumban fácilmente. Y confesar. También añadió que «quien no reza al Señor, reza a la mundanidad del diablo, al demonio».
Por la mañana, la primera salida del Vaticano del Papa fue de carácter privado y la dedicó a visitar un lugar consagrado a la Virgen en Roma, la Basílica de Santa María la Mayor, donde llegó minutos antes de las 9,00 horas en coche. Este templo se le conoce como la iglesia de los españoles, porque se decoró con el primer oro procedente de América.
El Pontífice cumplió así con el acto entrante como Santidad después de haber celebrado una cena anteayer con los cardenales en la residencia del Vaticano. Hasta allí se desplazó en el último autobús que tenía que trasladar a los prelados, en vez de utilizar la limusina papal que estaba aparcada en el Palacio Apostólico.
Al respecto, el portavoz vaticano, el padre Lombardi, explicó que Francisco rezó allí ante la Virgen durante 10 minutos y le ofreció un ramo de flores. Asimismo, también pasó por la Capilla Sixtina de Santa María la Mayor, ante la tumba de Pio V y saludó al personal.
A continuación, según indicó, el Pontífice se dirigió a la Casa Internacional del Clero, donde reside cuando viaja a Roma y recogió sus pertenencias.
El calendario de Francisco para los próximos días está repleto de acontecimientos. Así, hoy, a partir de las 11,00 horas, el Papa se encontrará en la Sala Clementina con el Colegio cardenalicio, electores y no electores. Mañana, a la misma hora que la jornada anterior, en el Aula Pablo VI, el Pontífice tendrá una audiencia con los periodistas y los comunicadores sociales.
Asimismo, este próximo domingo, a mediodía, tendrá lugar el primer Ángelus del Ministerio. La misa de inauguración del Pontificado se celebrará el martes, 19 de marzo, día de San José, a las 9,30 horas en la plaza vaticana.
El próximo miércoles se desarrollará una reunión con los delegados fraternos de otras religiones, y no se llevará a cabo la tradicional audiencia general.
«Que Dios les perdone lo que han hecho».- Humildad y proximidad con el prójimo. Eso es lo que muestra en cada momento el nuevo Pontífice Francisco. En esta línea, el cardenal arzobispo Emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, reveló ayer que el Papa cenó la noche del miércoles con los cardenales electores después de ser designado. «Buenas noches y que Dios les perdone lo que han hecho», relató el purpurado español que fueron sus palabras.
En declaraciones a los periodistas, Amigo también explicó que, una vez que Jorge Mario Bergoglio fue elegido nuevo Papa de la Iglesia Católica bajo el nombre de Francisco, él -que es franciscano- no lloró «porque le daba vergüenza» cuando escuchó el nombre. También avanzó que vio al nuevo Pontífice «muy tranquilo».
Además, indicó que el nombre seleccionado es por San Francisco de Asís. «Hay muchos franciscos y todos santos, pero el original es el original», explicó. En la misma línea, destacó «el interés por los pobres» de este santo y añadió que esta elección supone «un signo sobre lo que desea que sea su Ministerio».
«El Papa se preocupa por las situaciones en las que sufre la gente, por los más insignificantes, quiere estar cerca de todos», relató.
Así, subrayó que, además de cenar con los mitrados, también desayunó con ellos. «Cuando esta mañana (por ayer) bajé a las 7,30 horas, estaba ya con un grupo de cardenales como uno más, se ha acercado a mí y me ha dicho: ¿Carlos, cómo has dormido?», contó.
Sobre sus impresiones respecto al Cónclave, el español confesó que lo vivió «con responsabilidad y mucha paz». «Parece que fuera se ha visto de otra forma», añadió en alusión a la prensa, que barajaba otros nombres. «Quizás los reporteros pensaban de otra manera, a ver si hablan más con el Espíritu Santo», aseguró.
