La asociación segoviana Caminantes ha mostrado su preocupación ante la detección de actos de rechazo y ofensas hacia la población rusa y más directamente hacia los niños rusos, como consecuencia de posicionamientos radicales generados por la invasión de Rusia a Ucrania, ordenada por Vladímir Putin. “Tenemos niños rusos que viven en España a los que se les está insultando y no tienen ninguna responsabilidad sobre lo que está ocurriendo”, dice con dolor Ana María Marugán, presidenta de Caminantes Segovia, asociación para el bienestar social y cultural de niños y jóvenes.
Las familias que tienen niños rusos adoptados así como esta asociación de defensa de la infancia están preocupadas por el daño que se pueda ocasionar a estos menores.
Ana María Marugán pide que “no se despierte odio hacia la población rusa, hacia los menores rusos que viven en España que no son culpables de nada y lo van a pasar mal” porque las consecuencias de la guerra “no solo se viven allí”, dice refiriéndose a Ucrania. Por eso elogia la sensibilidad que se ha despertado en la población española hacia los niños ucranianos que están saliendo de su país pero sostiene que su acogida debe hacerse de una forma regulada y sin olvidar a otros afectados por este conflicto. “Yo entiendo que la gente quiera ayudar rápidamente a un niño ucraniano pero cerrar los ojos a lo que hay aquí me da muchísima pena”, dice esta madre pionera en el acogimiento familiar y defensora de la protección a la infancia.
Como responsable de Caminantes, asociación con más de veinte años de actividad en Segovia, manifiesta que la protección de los menores de Ucrania es “importantísima pero tiene que estar regulada por el Gobierno”. “Hay que exigir —dice Marugán—que el Gobierno se mueva rápido para decir en qué condiciones vienen esos niños, en qué condiciones están los que han llegado ya, cómo están, qué permisos tienen”. Asegura que para garantizar que tengan asegurado el derecho a la sanidad o a la educación o para abordar un proceso de acogimiento tiene que haber un marco legal de acción que es urgente establecer “porque hay niños rumanos que llevan años viviendo en España y todavía no tienen papeles”.
Caminantes pide de forma insistente que “el Gobierno actúe rápidamente para regularizar todos los procedimientos de protección de los menores que vengan a España”.
