Apuntes de un caminante hacia el priorato benedictino de San Frutos del Duratón:
“Se hace camino al andar”, y la Diputación Provincial de Segovia, hace camino organizando rutas a la ermita donde Frutos y sus hermanos Valentín y Engracia vivieron ascéticos días de retiro y oración por las cuevas y roquedos de las Hoces del Duratón, pero los peregrinos andamos en sentido contrario al de los santos hermanos, pues éstos vivieron en los escarpes del Duratón y vinieron para su reposo eterno en el trascoro de la Catedral de Segovia, mientras los peregrinos partimos desde la Catedral de La Asunción de María y de San Frutos, a la ermita en los páramos del Duratón.
En estos recorridos en que pateamos los lugares que los santos anduvieron y santificaron con su ascetismo, oración y milagros, setenta y cuatro kilómetros repartidos en cuatro etapas de aproximadamente 18 kilómetros, pasamos por pueblos todos con deleitante encanto, y muchos de ellos preñados de historia, arte y tradición, con arquitectura y monumentos, especialmente sus iglesias, del mejor románico segoviano, y muy concretamente del conocido como románico de la cuenca del Pirón.
Para los devotos del santo patrón de la diócesis y sus santos hermanos es una gozada pasar los pasos que ellos dieron y obraron “Los prodigios y milagros/ que ejecutó liberal/en favor de sus devotos,/¿Quién los podrá enumerar?”, para los que desean realizar actividad física, disfrutar del contacto con la naturaleza, o admirar historia y arte, leyenda y tradición, ninguna actividad más completa, pues a la caminata de casi veinte kilómetros por la más diversa y feraz naturaleza, se une el conocimiento y disfrute de nuestros monumentos de los muchos pueblos que se cruzan, especialmente sus templos parroquiales y ermitas; baste para reafirmar lo dicho citar los pintorescos pueblos y aldeas del recorrido, que en las dos variantes del Camino, “A la Vera de la Sierra”, o “Del Interior”, se pasan en cada etapa: en la que quien esto escribe está participando, la de “La Vera de la Sierra”, en la primera etapa, saliendo de la Catedral, se pasan Zamarramala, La Lastrilla, Espirdo, Tizneros, Basardilla, y Santo Domingo de Pirón; la segunda, que se reanuda en Santo Domingo, Tenzuela, delicioso pueblín del que arranca la otra variante que va por el interior, y pasa por Carrascal, Caballar, Muñoveros, Puebla de Pedraza Cantalejo y Sebúlcor, para seguir por Pelayos del Arroyo, y Torre Val de San Pedro; la tercera etapa comienza en Torre Val de San Pedro, y pasa Valle de San Pedro, Pedraza, Orejanilla y La Matilla; finaliza el Camino con la cuarta etapa, que desde La Matilla pasa Valdesaz, Consuegra de Muruera, y Villar de Sobrepeña, para concluir ambos caminos en Villaseca.
Siguiendo los pasos que anduvieron los tres hermanos por las cuencas del Duratón, Cega y Pirón, la legendaria Zamarramala, las románicas iglesias del Pirón, Caballar, pueblo de “Las Mojadas”, siempre exitosas rogativas en tiempos de pertinaz sequía, Muñoveros, con creencia popular de que guarda los restos del caudillo comunero Juan Bravo, Cantalejo, que habla en “gacería” de su patrona la Virgen del Pinar, sus lagunillas, carros, trillos y cribas, y hasta del periódico jocoso “El tío Camándulas” que su médico Julián Grimau creó por el año 1903, o la Pedraza cuna de Trajano y Orejana que vio nacer a Aureliana, madre del emperador…
Al que es gloria de esta Iglesia,/Patrono de esta Ciudad,/ común Padre de la Patria/ y socorro universal,/ bendigan todos, y alaben/ su virtud angelical”.
Mi felicitación y agradecimiento a Prodestur Segovia Turismo, y nuestra eficaz guía Susana Gómez Pascual, y a todos los segovianos, feliz paso de la hoja.
