Cuádruple espaldarazo para la economía española en apenas una semana: Estados Unidos, la OCDE, Funcas y Bruselas alaban los esfuerzos realizados por el país para salir de la recesión y los objetivos alcanzados. Además, reconocen el cambio de rumbo que se ha producido en la Hacienda nacional, gracias, en gran medida, a la modificación del modelo productivo, del ladrillo al sector de las exportaciones patrias. Otros importantes organismos, como el banco estadounidense Morgan Stanley, reman en la misma dirección en el camino hacia la prosperidad por parte de las finanzas españolas.
A primeros se septiembre, en la cumbre del G-20 celebrada en San Petersburgo (Rusia), el presidente de Estados Unidos dejó claro ante los países industrializados que se reunían en ese selecto fórum y ante el mundo entero que España estaba haciendo los deberes y que estaba encauzando su economía hacia el crecimiento. El líder estadounidense elogió la recuperación nacional así como el resultado que estaban empezando a dar las reformas emprendidas por el Gobierno de Rajoy. Por su parte, el presidente le matizó al dirigente de la primera potencia que hay que seguir trabajando para que los esfuerzos realizados acaben de dar fruto.
Posteriormente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) constató la recuperación de España conforme a los indicadores que maneja el organismo internacional.
Igualmente, el tercer espaldarazo procedió de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), que anotó que las políticas del Ejecutivo habían conducido a España a una senda de estabilidad. La institución sostenía esta conclusión en sus nuevas previsiones macroeconómicas sobre el país, que preveían un crecimiento de tres décimas para este año y el que viene, por lo que estimaba ahora que el PIB se contraería un 1,2% este año (frente al 1,5% anterior) y crecería un 1% en 2014 (frente al 0,7% previsto anteriormente).
Las razones para mejorar las predicciones, según la fundación, se encuentran en el sector exterior, las mejores condiciones de financiación por la caída de la prima de riesgo y la menor intensidad del ajuste fiscal.
No en vano, a mediados de semana, el primero de estos indicadores cayó por debajo del italiano por primera vez en año y medio, lo que acarreó una subida del Ibex 35 hasta alcanzar los 8.800 enteros.
En la misma línea se pronuncio Bruselas, que en boca del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, afirmó que España es un ejemplo de avance.
El Gobierno de España no tardó en escenificar la mejora de las previsiones económicas patrias tanto para finales del presente año como de cara al próximo ejercicio.
En este contexto, el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el de Hacienda, Cristóbal Montoro, ratificaron hace unos días que el país ya había salido de la recesión, que mejoraría su competitividad en los próximos meses y que el empleo registraría un repunte para final de año.
Sin embargo, ambos dirigentes advirtieron de que, aunque existe recuperación, ésta todavía es «incipiente y frágil» y debe ser cuidada para su progreso.
