Los consejos de administración de Caja España y Caja Duero se reunirán hoy de forma simultánea en Salamanca y León para decidir sobre la aprobación del proyecto de fusión de ambas entidades, una vez salvadas las diferencias entre las dos cajas sobre el carácter de la Presidencia y los nombres del equipo directivo.
Así, existe un acuerdo pleno entre los responsables de las dos entidades en que la Presidencia de la futura caja resultante de la fusión no tenga un carácter ejecutivo. Sin embargo, el problema más complicado de resolver tenía que ver con la diferencia en cuanto a los nombres y a la forma de elección de los órganos directivos de la entidad. En los últimos días, se han intensificado los contactos entre negociadores de las dos cajas, tutelados y presionados en todo momento por el Banco de España y la Junta, que han dado como resultado que el documento que estudiarán mañana los dos consejos de administración aparque los nombres concretos, pero sí incluya algún boceto de la estructura directiva, según las fuentes consultadas.
En este sentido, tanto el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, como el secretario regional del PSOE, Óscar López, han ido de la mano apoyando este proceso. Ayer, Herrera aseguró que los intereses generales «van a resplandecer» sobre las diferencias, mientras que López apuntó que la fusión era un «camino sin retorno».
Dieciocho de los 34 miembros de los consejos de administración de Caja España y Caja Duero, más del 50 por ciento, que votarán el acuerdo de fusión alcanzado entre ambas entidades presentan una fuerte vinculación política. En total, diez importantes cargos públicos del PP y ocho del PSOE tienen en su mano el que será una de las dos estructuras que se crearán en la Comunidad para fortalecer el denominado músculo financiero regional. Junto a ellos tomarán esta decisión cinco sindicalistas, cuatro empresarios, cuatro consejeros con vinculaciones universitarias, dos dirigentes de organizaciones agrarias y un representante vecinal.