La situación que estamos viviendo es mala; moral, sanitaria y económicamente. Por eso es precisa, es necesaria la colaboración de todos para arrimar el hombro, cada uno en la faceta, el espacio o la modalidad que mejor nos cuadre o que mejor pueda ser escenario de un trabajo positivo. En este sentido, hay algo que considero trascendental, y es la necesidad de un trabajo conjunto, teniendo presentes, ‘sentados a la mesa‘, a los representantes de todos los sectores mayormente afectados, aunque en estos momentos hay que decir que no hay ningún sector que no se haya sentido dañado por las imposiciones de que estamos siendo objeto.
Hace tiempo que debería haberse producido esa ‘sentada’ con representaciones gubernativa, autonómica y municipal
Hace tiempo que debería haberse producido esa ‘sentada’ con representaciones gubernativa, autonómica y municipal. Y, claro está, con asistencia del mayor número posible (o representantes de los más afectados) —a pesar de las limitaciones impuestas— para poner sobre la mesa la problemática, las sugerencias, las ideas que pudieran aportarse para buscar algún camino, alguna posible solución al actual estado de cosas. Quiero decir que las decisiones y los acuerdos, sobre todo en materia de inversión monetaria, deberían contar con el mayor consenso posible, y entre todos ver la forma de tomar un camino que pueda beneficiar, aunque sea modestamente, a la generalidad. Porque por un lado la hostelería, por otro los taxistas, por allá las agencias de viajes, por aquí el pequeño comercio, el mundo agrícola, el forestal, etc., deberían aspirar a encontrar una ayuda en el ‘reparto’.
Si se quiere aplicar el dinero de los ‘remanentes’ a cuestiones de tipo social, que es como se dice, hay que contar primero, me parece y repito, con todos los posibles beneficiarios, porque según los planes que dicen tener el equipo municipal de gobierno, no va el tema mucho por esos caminos. Cierto que todo tiene valor para el tema social, pero parece que algunos proyectos, como muy bien les han señalado compañeros de corporación de la oposición, hay cosas que no encajan en estos momentos. Un carril bici obligaría a estudiar antes el porcentaje de posibles usuarios; completar el proyecto de La Cárcel-Centro de Creación es, como vulgarmente se dice, “arrimar el ascua a su sardina”, por mucho valor social que tenga el centro; la segunda fase de ‘acondicionamiento’ (uno más) de la avenida de la avenida del Claret, también puede esperar ya que no se hizo en la etapa anterior…Total, que hay muchas otras necesidades más urgentes (contando con que también puede ser la atención a polígonos industriales, tan olvidados) y que más directamente puedan beneficiar a los que se sienten, y son, gravemente perjudicados por esta situación, contando a los protagonistas y sufridos trabajadores y empresarios que se ven agobiados por los cierres, unos cierres que también podrían ser estudiados de otra forma, con otras miras, buscando hasta el máximo la posibilidad de funcionamiento en horarios o días concretos de la mayoría de los establecimientos cerrados ‘a cal y canto‘.
Porque la falta de ingresos en una familia de clase media —y no digamos en las más humildes— puede ir dañándola hasta tener que recurrir, repito, al auxilio de los centros dispuestos a ‘echar una mano’
Al paso que vamos habrá que hablar de tragedia social. Porque en muchos hogares, donde aún no se ha llegado a sentir la situación crítica del momento, es posible que vaya percibiéndose poco a poco, y así, lastimosamente, se irán incrementando las que se han dado en llamar ‘colas del hambre‘. Porque la falta de ingresos en una familia de clase media —y no digamos en las más humildes— puede ir dañándola hasta tener que recurrir, repito, al auxilio de los centros dispuestos a ‘echar una mano’, alimentados por personas que cooperan aportando a ellos alimentos y medios económicos.
Dejémonos, pues, de andar por las ramas, tratando de justificar nuestras acciones con planes que más buscan la autoestima y la complacencia que la verdadera y tan necesaria labor social. En este sentido, aunque no proceda el dinero de ‘remanentes’, está, creo, la prevista remodelación de la Estación de Autobuses, obra de auténtico carácter social, porque será muy útil a una buena mayoría de usuarios.
