El Estado Español, constituido como un Estado Social y Democrático de Derecho, tiene como forma política una Monarquía Parlamentaria.
Discúlpenme la duda, ¿democrático? ¿vivimos una DEMOCRACIA?
Tras la celebración del Congreso anual de un partido político, sin necesidad de ‘darle muchas vueltas al tema’, ¿cabe pensar cosa diferente a que realmente vivimos en una BULOCRACIA?
A pesar de observar los engranajes (europeos, nacionales, autonómicos y provinciales) de las factorías de bulos, mentiras y fangos (perfectamente engrasados con el ingente presupuesto público) hay quien, a ciertos políticos, prefiere VOTARLES cuando tendríamos que BOTARLOS («darles el bote»).
Puestos a producir BULOS, ¿hacen falta tantos operarios en esa FACTORÍA que se reúne periódicamente y de forma bicameral en el Congreso y en el Senado?. Por ‘disciplina de voto’, para mentir bastaría uno por partido y nos ahorraríamos casi 350 operarios en el Congreso y casi 208 operarios en el Senado.
La experiencia práctica, lo que vemos a diario es que a cada Cámara se va, no a parlamentar (Parlamento bicameral), sino a ejercitar la disciplina de voto (que es otra forma de mentir, de malgastar nuestros impuestos, de engañar, de enfangar … ¡ sospechosa uniformidad de opiniones y pareceres en cada partido político -disciplina de voto- ! ).
Ante todo ésto sólo cabe el cabreo individual y social, puesto de manifiesto en las calles; las mociones de censura, en las sedes Parlamentarias; las denuncias, en las sedes Judiciales.
Y, cuando todo lo anterior falla o tarda infinito tiempo en surtir efecto, solo nos consuela la poesía:
¿Qué es el fango? dices mientras clavas, Presidente, en mi pupila, tu pupila azul.
¿Qué es el fango?, ¿y tú me lo preguntas?, el fango, Presidente, eres tú.
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Julio César Escobar Llanos