La novillada mixta con picadores, festejo que ya se produjo el año pasado con éxito, tuvo refrendo el pasado sábado en este lugar idóneo para disfrutar de jornadas camperas y donde se ubica la plaza portátil desde hace muchos años, y eso que Prádena, que conste, tiene plaza de toros propia aunque obsoleta por el transcurrir de los años y en desuso.
Presidió la nueva alcaldesa Carmen Rey Pastor. La plaza registró tres cuartos de aforo en tarde altamente calurosa. Sobre el aludido entorno, irrepetible, pues cada contemplación descubre aspectos nuevos y sumamente atrativos. En un tendido, atentos al devenir del festejo, los ganaderos de Monteviejo, Victorino Martín padre e hijo. Pudieron observar como sus pupilos utreros, los populares ‘patas blancas’ muy cuajados dieron un buen juego en conjunto con algunas diferencias en ‘motor’ y en embestidas. Buenos primero, segundo y tercero, algo parado cuarto y regular el quinto.
Abrió plaza el rejoneador Mario Pérez Langa, que tomó rápidamente el camino de ir directo a por el recio astado, un utrero muy cuajado y que embestía más al trote que al galope, lo que facilitó la labor del caballero en plaza. Sobre esbelto alazán, prendió un rejoncillo de castigo con vistosas galopadas y centrando a su antagonista en el terreno propicio. Cuatro rehiletes a una mano, dos a pitón contrario, uno al estribo y otro a la grupa, todo con elegantes acciones. Dos de las cortas y la rosa.
Monta vistosa y alegre del joven centauro que exhibió dotes ecuestres con excelente cuadra de caballos. Mató de rejón de muerte cortando dos orejas.
Mario Alcalde, de malva y oro, lances por ambos pitones y media que se ovacionan. Brindó al doctor José Pascual. Con calma y tomando la cuestión son sentido falto de colocación al principio, fue enebrando un toreo genuíno con limpios muletazos por el derecho. Una serie abrochada con un largo pectoral tuvo calidad y estética. Por el pitón izquierdo acorta la embestida y ha de pulsar el ritmo de pase en pase tras la previa colocación. Unos muletazos a pies juntos tuvieron valor añadido siendo aplaudidos con fuerza. Dos pinchacos y media estocada para tibias palmas.
Con el segundo novillo de su lote al que saludó con seis lances sin enmendarse, mostró mayor solvencia iniciando su faena de muleta con series en redondo que se ovacionan. El novillo, parado y reticente a la embestida, obligó al torero a emplearse a fondo para sacar partido de esa corta pero noble embestida. Insistencia, voluntad y buen toreo por fases que tuvieron sello de calidad. Mató de estocada siéndole concedidas las dos orejas.
David Fernández, de nazareno y oro, dos lances con enjundia y vistosidad. Quite por delantales. Brinda su faena a los ganaderos. Toreo en redondo con gusto y buena actitud torera. Excelentes muletazos aplicados con técnica y estética, firme y decidido el torero. La faena se basó por el pitón derecho por donde transurrió su brillante labor con ayudados por alto y por bajo tras lo cual entró a matar. Lo hizo de dos pinchachos y estocada cortando una oreja.
Con el cuarto de la tarde, capoteo sin más. Toreros doblones por bajo y desde larga distancia llama la atención del novillo para aplicar dos series consecutivas ligadas y asépticas. Acorta la distancia del cite y el novillo se queda corto en la embestida. Cuando optó con buen criterio por citar en la distancia que exigía el burel, los muletazos fluyeron más templados y ligados. Yo créi ver en David una cierta desconfianza con este novillo, un tanto a la deriva hacia mediada faena y matando feamente. No osbtante, la presidencia le concedió una oreja.
Al final del festejo los rejoneador y espadas salieron en hombros por la puerta grande.
Cuando escribo la crónica del correspondiente festejo de Prádena, me viene a la mente la idiosincrasia de este lugar tan bello como único. La historia se repite desde hace muchos años y, aunque el entorno es el mismo, se me hace nuevo, rotundo en su belleza natural y acogedor. Desde el interior el coso taurino se puede admirar la cercana sierra que por estos pagos el Sistema Central ofrece un auténtico vergel, frondoso y rico en matices.