David Ferrer se impuso ayer en el Torneo de Auckland, tras ganar en la final al alemán Philipp Kohlschreiber (7-6 (5), 6-1), por lo que revalida el título por tercera vez consecutiva, además de llegar con buenas sensaciones al Open de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada. El de Jávea, que está demostrando que ha empezado 2013 con el mismo nivel de juego con el que terminó la temporada pasada, quiere hacer una gran actuación en el primer ‘grande’ del año. Es la espina que tiene clavada el español, ya que nunca se ha colado en una final de esa envergadura.
