El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dedicó ayer la cuarta y última jornada de su gira por Oriente Próximo a hacer turismo y visitar la antigua ciudad de Petra, en Jordania, después de tres días de intensos contactos diplomáticos con dirigentes de la zona. El líder norteamericano, que llegó en helicóptero al lugar, paseó por las ruinas de la capital nabatea durante dos horas, en las que los turistas corrientes tuvieron la entrada vetada al yacimiento arqueológico, una de las principales atracciones de Jordania.
