Emocionado por conocerse ganador del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, Francisco Brines señaló ayer que la poesía sigue siendo un género literario de minorías, si bien, nunca antes se habían consumido tantos libros de versos como en la actualidad.
Así, dijo que la poesía mantiene ese carácter casi exclusivo para unos pocos, “aunque los poetas que ahora ganan premios importantes consiguen unas tiradas superiores a la que tenían los de la generación del 27 y eso quiere decir que ha aumentado mucho la minoría lectora de poesía”.
En opinión del poeta valenciano, se está cumpliendo la dedicatoria que hacía Juan Ramón Jiménez “a la inmensa minoría”. Así, afirmó que actualmente “se lee más poesía que antes de la Guerra Civil, hay más colecciones y más revistas de poesía”. Y “creo que España es una nación de las privilegiadas en este campo, siempre minoritario”, agregó.
Brines reconoció que, aunque existían rumores de que podría conseguir el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que se fallaba ayer, “ha sido algo inesperado”. “Siempre es una sorpresa que se cumplan los rumores”, apuntó. “Me alegra mucho volver a Segovia y haber conocido aquí el resultado del premio”, dijo antes de leer unos versos de sus principales obras en la Sala Caja Segovia, donde recibió numerosas felicitaciones.
Sobre su trayectoria literaria, el galardonado reconoció que ha experimentado cambios importantes porque la poesía forma parte de las circunstancias que rodean al poeta. “He escrito a muy diferentes edades, y el hombre cambia por sí mismo y, con él, la poesía”. En su caso reconoce que ya no es el adolescente que comenzaba a escribir. “Ahora estoy tocando el muro último”, afirmó este poeta nacido en Oliva (Valencia) en 1932. “Por tanto ha habido un cambio en mi poesía, como lo hay en las personas”.
“Aunque hemos tenido un eje de identidad, que nos ha interesado y nos ha dado la sensación de continuidad de ser una única persona, esa persona desgraciadamente ya no es la que tenía 26 años; aunque hay que agradecer el haber podido llegar a la edad que se ha alcanzado. La vida es un don que no quisiéramos despedir nunca mientras tengamos la lucidez de poder experimentarla”, sostuvo.
Su Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana se suma a otros numerosos reconocimientos conseguidos por Brines, como el Adonais de poesía de 1959, el Premio Nacional de la Crítica de 1967, el de las Letras Valencianas conseguido en 1976, el Premio Nacional de Literatura de 1987, el Fastenrath de 1998, o el Premio Nacional de las Letras Españolas de 1999.
