E l ajo de Vallelado se distingue por la uniformidad y gran tamaño de sus dientes, más del doble que los ajos procedentes de importación. Además, no están adosados como en otras variedades, por lo que son más fáciles de separar y pelar. También el tamaño de las cabezas es grande, pero no tanto como los otros ajos, ya que el número de dientes por cabeza es menor.
En cuanto a sus cualidades culinarias, se trata de un ajo blanco brillante, de textura crujiente, aromático, picante, muy sabroso y persistente en boca. Sus magníficas propiedades son reconocidas por grandes cocineros y restauradores, ya que confiere mucho aroma y sabor a las comidas. Constituye el ajo autóctono castellano-leonés por excelencia.
La gran calidad de este ajo viene asociada a la interacción de diversos factores. Por un lado, la variedad, ya que se trata de un ecotipo, es decir, una variedad de ajo adaptada a un rango particular de condiciones climáticas y de suelo, en este caso a las del entorno de Vallelado. Es un ajo con una genética plenamente adaptada al medio en el que se ha producido y y transmitida generación tras generación.
El clima también es otra característica que afecta a la producción de ajo en Vallelado. La zona en la que se cultiva tiene el clima más duro de todas las zonas ajeras del país. El cultivo está sometido a los mayores saltos térmicos, de los 15 grados bajo cero en noches de invierno (época de plantación) a temperaturas superiores a los 40 grados en verano (período de recolección).
En relación al manejo del cultivo, destaca la laboriosa preparación de la simiente hasta la recolección. Es manejado con gran esmero, conjugando la tradición con la tecnología y asegurando la mejor calidad.
