El segundo sospechoso del atentado contra la Maratón de Boston Dzhokhar Tsarnaev fue arrestado ayer por las Fuerzas de Seguridad después de que fuera localizado en una vivienda ubicada en una zona residencial del municipio de Waterdown oculto en una embarcación. El presunto terrorista, además, se encuentraba en «estado grave», según confirmó el jefe de la Policía de Massachusetts, el superintendente Timothy Alben.
Dzhokhar, de 19 años, se había escondido en la popa de un bote ubicado en el jardín trasero de una vivienda. Un residente había advertido a los agentes de que había restos de sangre en el área colindante al barco donde se refugiaba el presunto asesino huido, según aclaró el comisario de la Policía de Boston, Ed Davis, en la rueda de prensa posterior al arresto.
La llamada telefónica del vecino situó a las autoridades en la casa del número 67 de la calle Franklin, cuando poco antes habían afirmado que desconocían si el menor de los hermanos Tsarnaev se hallaba todavía en la ciudad.
«Es una persona muy violenta y peligrosa», apuntó Alben. «Creemos que ha matado a gente y por eso hay que ser extremadamente precavidos», apostilló.
En la hora que siguió a la llamada, un helicóptero rastreó la zona en busca de movimiento con luces y sensores infrarrojos. Una vez comprobado que Dzhokhar se encontraba en el interior del bote, un grupo de agentes del FBI entró en el garaje.
Un negociador, según informaron medios estadounidenses, acudió al lugar del suceso. Las autoridades habían ordenado la evacuación de las viviendas colindantes. El comisario de la Policía de Boston reafirmó que el sospechoso no respondió a las preguntas de los agentes ni entabló diálogo alguno. Fue entonces cuando se desató un tiroteo con el sospechoso, según insistió Davis, cuando Dzhokhar abrió fuego contra los agentes que se internaron en la embarcación en su búsqueda.
El presunto criminal sufre dos heridas graves, pero se desconoce si fueron fruto del tiroteo en el barco o del que mantuvo con las Fuerzas de Seguridad 24 horas antes, cerca del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde su hermano, Tamerlan, de 26 años, estudiaba y finalmente murió por los disparos de la Policía.
La multitud que se arremolinaba en torno al perímetro de seguridad establecido recibió su captura entre aplausos y vítores.
Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, dedicó su discurso semanal a recordar a las víctimas del atentado, en un comentario en el que aplaudió la valentía de quienes acudieron a auxiliar inmediatamente a los afectados y aseguró que todos los estadounidenses, a pesar del grave ataque sufrido, «se niegan a que les aterroricen».
Se da la circunstancia de que el Gobierno de Rusia pidió al FBI en 2011 que investigara a uno de los hermanos, el fallecido -que también era boxeador-, según informó ayer una fuente de seguridad estadounidense.
