La parte del sumario del caso Campeón en la que aparece el exministro de Fomento, José Blanco, que fue levantado el lunes por el juez instructor de la demanda, ha colocado al socialista en una situación complicada, pues las pruebas testimoniales de los implicados así como las diferentes grabaciones del propio político siembran muchas dudas sobre la inocencia que Blanco siempre ha defendido.
Por un lado, en una conversación interceptada por Vigilancia Aduanera el 30 de diciembre de 2010, Blanco comenta con el vicepresidente de Azkar, José Antonio Orozco, cómo iban las gestiones ante el Ministerio de Economía por las que éste se había mostrado interesado. El exdirigente subraya a su interlocutor que «hice esa gestión con Economía eh, la que me has pedido el día que estuvimos allí en el despacho».
Asimismo, en comunicaciones posteriores, el empresario muestra al político su preocupación por una licencia que debía conceder el Ayuntamiento de San Boi de Llobregat (Barcelona) para instalar una nave cerca del aeropuerto de El Prat. El socialista asegura al presidente de la compañía que en «15 días estará todo resuelto», tras lo que se compromete a cerrar una cita con el alcalde de la localidad que, según le confirma Orozco, «es de los nuestros».
Otro de los intereses del directivo de Azkar se refiere a la expropiación de unos terrenos de Grafoplas para ampliar el Aeropuerto de La Coruña, cuestión por la cual le pregunta en la conversación del 17 de febrero de 2011. «Eso también se resuelve, va bien», le responde Blanco. «Vale, magníficas noticias, muchas gracias Pepe», le agradece Orozco.
En otra de las conversaciones intervenidas, Orozco le da cuenta a Blanco de cómo han ido las gestiones de una asociación llamada Anper (Asociación Nacional de Productores e Inversores de Energías Renovables) con el entonces ministro de Industria, Miguel Sebastián. En un momento de la conversación, el socialista no duda en asegurar que su compañero de partido «no es de fiar», y es «veleta» en sus decisiones.
El quebradero de cabeza del extitular de la cartera de Fomento puede ampliarse hoy, ya que el magistrado del Tribunal Supremo José Ramón Soriano interroga, en calidad de imputado, al consejero de Proitec Carlos Monjero, socio de Jorge Dorribo, que reconoció el pasado 17 de octubre que él estaba, junto a otros empresarios, en la comida celebrada en Lugo a la que el político y el empresario llegaron juntos en el mismo coche, procedentes de la gasolinera de Guitiriz, lo que a todos les «sorprendió».
Según la denuncia que prestó ante la juez San José, para poder subir a ese coche y hablar con el entonces ministro de Fomento, Dorribo tuvo que pagar 200.000 euros que entregó dentro de un sobre en mano al primo político del ex ministro.
Monjero también reconoció ante la juez lucense que el empresario farmacéutico subvencionó carreras de karts de un hijo del exdiputado del PP en Galicia Pablo Cobián a cambio de que éste le proporcionara contactos y favores en la actual Xunta, que llegaron incluso a favorecer la celebración de un encuentro con el presidente, Alberto Núñez Feijóo.
