El Cross de Cantimpalos ha alcanzado un grado de excelencia en su forma de hacer las cosas que no depende de la climatología para que resulte un éxito. Le sucedió hace dos años, cuando con un frío terrible logró mantenerse entre los mejores crosses nacionales, y le pasó en la edición de su medio siglo, cuando la lluvia se empeñó en poner imposibles las cosas, pero sin conseguir echar hacia atrás al millar de deportistas de todas las edades que lograron cruzar la línea de meta.
En la víspera de la edición de 2023, la del ‘medio siglo más uno’, los organizadores miraban al cielo con un cierto rictus de desesperación porque la lluvia que caía impenitente amenazaba con poner la campa de Cantimpalos como una ‘chocolatera’ del estilo del año anterior. Pero en la mañana del Día de La Inmaculada el cielo dio una tregua, dejó de llover y el circuito apareció con el verde esperanza de quien ha trabajado para que todo salga de la mejor manera posible. Eso sí, el viento no precisamente cálido sopló libre durante toda la jornada, que no se puede tener todo.
Así, a la par de los más madrugadores de la organización, que terminaron de revisar el circuito e instalar las carpas para que los atletas y los aficionados pudieran refugiarse si a la lluvia le daba por aparecer, comenzaron a sumarse los primeros deportistas que querían reconocer el recorrido, los voluntarios que preparaban los ‘víveres’ y los enseres para los protagonistas de las carreras y las cámaras de televisión que iban a retransmitir para toda España las carreras para la categoría sénior.
MILLAR… Y PICO
La organización hizo sus cálculos acerca de la participación, y el resultado ascendía a alrededor de 1.400 atletas de todas las edades tomando parte en las diferentes pruebas. No les falló demasiado el cálculo, porque finalmente fueron más de 1.300 los deportistas que no quisieron perderse la jornada de cross, con la mención especial para los escolares que, llegados desde diferentes puntos de la provincia, tomaron parte en la primera jornada escolar de campo a través organizada por la Diputación Provincial, todo un espaldarazo para un Cross que tiene en la participación popular una de sus principales bazas
La jornada se desarrolló con normalidad desde las diez de la mañana, aunque no faltó su momento de tensión en la carrera para las más pequeñas de la categoría sub-10, cuando un desfallecimiento en el generador que sujetaba el arco de meta provocó que éste se fuera poco a poco cayendo sobre la llegada, aunque afortunadamente hubo brazos de sobra para sujetar el arco al paso de las participantes y el hecho quedó en anécdota porque rápidamente se recuperó la energía. Porque, como señaló Inés Escudero, alcaldesa de Cantimpalos, es magnífico que vengan atletas de talla nacional e internacional al cross, pero a quien hay que cuidar de verdad es a la base. Y el chocolate con churros, y el chorizo para todos los participantes, y el tradicional buen hacer del equipo organizativo, pero también de las asociaciones culturales y del Ayuntamiento del municipio, hicieron posible que la base del atletismo se siga sintiendo bien cuidada en Cantimpalos.
