Berlusconi no duda de sus posibilidades. Por eso, no solo no se plantea una dimisión, sino que, además, confía plenamente en seguir adelante, a pesar de los problemas económicos que atraviesa Italia y las desconfianzas que está generando, ya no solo entre la oposición, sino también en el seno de su partido.
Por eso, el primer ministro aseguró ayer que, a pesar de los últimos abandonos de diputados de su grupo, su Gobierno puede contar aún con la mayoría en el Parlamento.
«Espero puedan regresar. Aun así, tenemos apoyos. Hemos comprobado los números en las últimas horas y tenemos la mayoría», aseguró.
Los medios de comunicación italianos publicaron que, ante el importante voto de mañana, cuando se tendrá que aprobar el documento con las cuentas del Estado, los diputados de la coalición gubernamental se han reducido a 306 debido a las últimas espantadas, por lo que no se conseguiría aprobar el texto.
Mientras se encontraba en la cumbre del G-20 en Cannes (Francia), al dirigente italiano le dieron la espalda dos de los representantes de su partido: Alessio Bonciani e Ida D’Ippolito, quienes pasaron a formar parte del grupo de la Unión de Democristianos de Centro (UDC). Según la prensa, serían ya 20 parlamentarios los que estarían pensando en votar contra el plan de Il Cavaliere.
Pero Berlusconi reiteró que, según sus cuentas, tienen la mayoría, y agregó que «no existen alternativas» a su Ejecutivo hasta 2013, fecha en la que termina la legislatura. «No creemos en Gabinetes de unidad nacional, ni técnicos. Nosotros continuaremos gobernando, pero si al final no es posible, la única alternativa serían las elecciones anticipadas», añadió el mandatario.
El premier lanzó un llamamiento a los partidos de la oposición para que voten las reformas económicas previstas por su Gobierno para reducir la deuda y fomentar el crecimiento como ha pedido la Unión Europea, pues «no votarlas no es ir contra la mayoría sino contra Italia», agregó. «Nuestro país se encuentra ante una doble amenaza: la de la especulación en los mercados y la especulación política sobre la crisis en el intento de buscar un atajo para llegar al poder. No podemos, por tanto, dejar Italia en manos de esta izquierda», añadió.
Por otra parte, el líder del Partido Demócrata, Pierluigi Bersani, anunció que se está pensando en la posibilidad de presentar una moción de censura.
