Las fuerzas de seguridad belgas detuvieron ayer a cinco personas sospechosas de estar directamente relacionados con los atentados del pasado 22 de marzo en Bruselas, según informó la Fiscalía federal belga, entre los que está el terrorista más buscado desde los ataques de noviembre en París, Mohamed Abrini.
La Fiscalía federal confirmó que Abrini es uno de los detenidos en una operación llevada a cabo en el barrio de Anderlecht, en torno a las 16:00 horas. También fue arrestado Osama K., que fue visto poco antes del atentado en el metro de Bruselas junto a Jalid Bakraoui, el terrorista que se inmoló en la estación de Maelbeek, en el barrio europeo.
Se había especulado con la existencia de un segundo terrorista que huyó tras el ataque al metro, pero la Fiscalía no había confirmado esta hipótesis hasta ahora. Los investigadores relacionan a este segundo detenido también con la compra en un centro comercial de la ciudad de las bolsas empleadas para camuflar los explosivos el 22 de marzo.
Abrini ha sido relacionado tanto con los ataques de París como con los de Bruselas e incluso varios medios belgas sostienen que es el ‘hombre del sombrero’, el único de los tres terroristas que atacaron el aeropuerto de Bruselas que no se suicidó en el ataque, sino que se dio a la fuga. La Fiscalía no lo confirmó, pero está investigando su papel en los ataques.
El sospechoso del sombrero fue captado por las cámaras de seguridad del aeropuerto de Bruselas momentos antes de las explosiones, acompañando a dos terroristas suicidas, empujando varios carros de maletas cargados con bolsos negros en los que se cree que cargaron los explosivos.
Este tercer terrorista dejó en la terminal de salidas del aeropuerto la carga explosiva más importante de las utilizadas y después huyó del lugar de los hechos. Esta carga es la única que no detonó.
La Policía difundió precisamente este jueves nuevas imágenes del individuo saliendo a pie del aeropuerto tras el atentado y pudo reconstruir el itinerario que recorrió caminando durante dos horas hasta llegar al barrio europeo de Bruselas.
Con las imágenes, la Policía pidió la colaboración ciudadana para obtener información adicional y alertó de que buscaba una cazadora de colores claros que el sospechoso abandonó en algún punto del recorrido.
París-Bruselas Amigo de la infancia de los hermanos Abdeslam —dos de ellos autores materiales del 13N—, Mohamed Abrini se había convertido desde los atentados de París en el hombre más buscado por las fuerzas de seguridad europeas.
Salah Abdeslam, detenido hace tres semanas también en Bruselas, ha intentado desvincular a Abrini de los atentados de París, al asegurar durante los interrogatorios que su cómplice le ofreció apoyo logístico sin saber el objetivo.
Es también uno de los nexos de unión entre los ataques perpetrados en París y en Bruselas. Las cámaras de seguridad de una gasolinera en una carretera francesa le grabaron el 11 de noviembre acompañado por Salah Abdeslam y al volante del Renault Clio utilizado dos días después para atentar en París.
Además, los investigadores hallaron rastros de su ADN en el piso franco del barrio bruselense de Schaerbeek del que partieron los terroristas el 22 de marzo para atentar contra el aeropuerto y el metro de la capital belga.
Bélgica tiene a Abrini en una lista de personas sospechosas de haber viajado a Siria para ser formadas en las filas del grupo terrorista Estado Islámico, aunque no han logrado confirmar si llegó a entrar en el país. Un hermano menor, sin embargo, sí llegó a Siria, en donde murió en 2014 cuando ya formaba parte del grupo. Hasta su implicación en los atentados de París y Bruselas, Abrini sólo había sido detenido por delitos menores.
