La campaña ya ha acabado, y los españoles hemos votado. Lo que queremos lo decimos votando, y se dice que sea el que sea el resultado, el pueblo siempre es sabio en sus decisiones. La verdad, es que viendo el resultado, yo no sé cuánto de sabios somos.
Me cuesta creer que la mayoría de españoles prefiera a un presidente de Gobierno al que conocíamos, y sabíamos de lo que sería capaz para seguir siendo presidente. Toda España sabía que Sánchez es el que hizo que España haya vivido la peor época de estabilidad con su “No es No”, llevándonos en 6 meses a otras elecciones. Es el primer presidente de nuestra historia gracias a una moción de censura basada en mentiras. Lo fue gracias al apoyo de los que quieren romper España y de los pro-etarras. Prometió elecciones inmediatas y no lo hizo. Sabemos que copió su tesis doctoral y que es autor de un libro que no escribió. Que miente y no tiene palabra.
Sabemos que está negociando que en Cataluña haya un referéndum para separarse de España, que en caso de condena a los que dieron un golpe de estado les va a indultar. Que está llevando a lo presos etarras a las cárceles del País Vasco, y que también allí permitirá, probablemente un referéndum para si quieren seguir siendo o no España.
Sabemos que desde que gobierna hay 200.000 parados más. Que tiene las mismas recetas que Zapatero ante la crisis económica que nos acecha: negar que la crisis exista, y aumentar el gasto público aunque no haya dinero luego para pagarlo. Subir el salario, subir las pensiones, más funcionarios, y para pagarlo, va a subir los impuestos a todos, principalmente a la clase media, que somos casi todos. Ha presentado, después de las elecciones, una subida de impuestos de 6.000 millones de euros para el próximo año. Lo sabíamos, ¿y ahora qué?
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(*) Diputada electa por Segovia
