2019 pasará a la historia como el año electoral por excelencia. Este año vamos a celebrar 5 elecciones: locales, autonómicas, europeas y dos elecciones generales. No hay ningún otro país democrático en el mundo que tenga este récord. Desde luego, no es un mérito del que podamos sentirnos orgullosos. Ante la diversidad de partidos políticos y de la inexistencia de mayorías absolutas, el mandato clarísimo de los electores fue: pónganse ustedes de acuerdo para gobernar este país. Sánchez como ganador de las elecciones tenía el mandato del pueblo para dar un Gobierno a los españoles.
Pero durante 5 meses no hizo nada, salvo enredar y engañar con 2 negociaciones con la izquierda radical en julio y en septiembre, con el único fin de llevar al país a otras elecciones ansiadas por él, cegado por el canto de sirenas que las encuestas le prometen. Frente a esto, el Presidente del PP, Casado, llegó a ofrecerle hasta 11 Pactos de Estado, como un primer paso para desatascar la situación de bloqueo en la que Sánchez se encuentra tan cómodo. Opción que ni tan siquiera fue estudiada ya que sus socios preferentes eran otros. Sánchez no quería ningún acuerdo sólo que se le proclamara Presidente, sin preocuparle la inestabilidad de España. Mientras tanto, el PP cumplía con el mandato de las urnas negociando con otras formaciones políticas para lograr Gobiernos que dieran estabilidad. Sánchez es el problema.
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(*) Diputada nacional del PP por Segovia.
