Javier Bardem consiguió ayer su tercera candidatura al Oscar, esta vez al mejor actor por su trabajo en Biutiful -también nominada como mejor película extranjera-, y le disputará la estatuilla dorada al gran favorito en todas las quinielas: Colin Firth, por El discurso del rey.
El intérprete regresa a la gran fiesta del cine. Y además lo hace con la primera candidatura al mejor actor protagonista por una interpretación totalmente en español. Bardem rozó la gloria con Antes que anochezca (2000), de Julian Schnabel, e hizo historia al hacerse con el galardón por No es país para viejos (2007), de Joel y Ethan Coen.
Ahora, de la mano del mexicano Alejandro González Iñárritu, buscará dar la sorpresa con su dramático papel en Biutiful, donde da vida a Uxbal, un enfermo terminal que vive los últimos días de su existencia entre el amor a una esposa bipolar y el abandono que sufren sus hijos.
El intérprete madrileño djo ayer a través de un comunicado que «es realmente un honor enorme haber sido nominado en una actuación que no es en inglés, y en el nombre de todos mis compañeros en España y en el mío propio quiero mostrar mi gratitud a la Academia por el apoyo y el reconocimiento de esta nominación por la película de Alejandro».
Una cinta que supone la segunda nominación de Iñárritu en la categoría de mejor filme de habla no inglesa, tras Amores perros, en 2000. Y la tercera si se añade la conseguida a mejor película por Babel, trabajo por el que consiguió siete nominaciones y un Oscar para la música de Gustavo Santaolalla.
Bardem tendrá como rivales por la estatuilla a Colin Firth, caballo ganador por su rey Jorge VI de Inglaterra en El discurso del rey; a Jesse Eisenberg, que encarnó al creador de Facebook en La red social; a James Franco, por su temerario montañero de 127 horas, y a Jeff Bridges por su pistolero tuerto en Valor de ley, nueva versión del clásico interpretado en su día por John Wayne.
De los candidatos a la estatuilla este año, únicamente Bardem y Bridges saben ya lo que es ganar un Oscar.
Bridges igual que Wayne
Bridges, para quien es su sexta nominación, triunfó en 2010 como actor principal de Corazón rebelde. Si consiguiera el Oscar este año lo haría por el mismo papel que le dio su único premio de la Academia a John Wayne, en 1970, en un western que dirigió Henry Hathaway.
Para Firth supone su segunda tentativa, además de forma consecutiva, después de la nominación obtenida el año pasado por Un hombre soltero. Eisenberg y Franco, los más jóvenes de entre los nominados, debutan como contendientes a un premio de Hollywood.
Por su parte, la española También la lluvia, de Icíar Bollaín, presente entre las nueve finalistas, no consiguió entrar en la terna de nominadas.
En cuanto a las demás candidaturas, la película británica sobre la tartamudez del rey Jorge VI de Inglaterra, El discurso del rey se impuso con 12 nominaciones al western de los hermanos Coen Valor de ley, que disputará 10 estatuillas, y también a la gran favorita, La red social, que se tuvo que conformar con ocho menciones, lo mismo que la cinta de ciencia ficción Origen.
Junto a estas producciones, los demás largometrajes que entrarán en liza por la categoría reina de los galardones son: Cisne negro, The Fighter, Los chicos están bien, 127 horas, Toy Story 3 y Winter’s Bone.
La mejor dirección parece cosa de David Fincher (La red social), quien ya estuvo nominado hace dos años por El curioso caso de Benjamin Button (2008), un trofeo al que optan por primera vez David O. Russell (The Fighter), Tom Hooper (El discurso del rey) y Darren Aronofsky (Cisne negro, título protagonizado porNatalie Portman, que se postula para el Oscar a la mejor actriz). Los hermanos Ethan y Joel Coen (»Valor de ley») son los únicos candidatos en esa categoría que ya saben lo que es ganar uno de estos premios por No es país para viejos (2007).
Entre las victorias previsibles de cara a la ceremonia de las estatuillas, que se celebrará el 27 de febrero en el teatro Kodak de Los Ángeles, está la de Toy Story 3 como mejor película de animación.
