Luis Bárcenas se justificó ante el juez Pablo Ruz sobre sus cuentas en paraísos fiscales asegurando que hay «muchas personas» con activos en Suiza. Así lo afirmó en la última declaración que realizó ante el magistrado antes de que éste le enviase a la cárcel de Soto del Real, el pasado 27 de junio.
Según se pudo saber ayer, el extesorero del PP, que volverá a prestar testimonio ante el togado el próximo lunes, explicó que contrató a un «reputadísimo profesional» en gestión de fondos, en referencia al testaferro Iván Yáñez, cuando se encontró inmerso en «el procedimiento éste que llaman Gürtel» porque esta circunstancia podía causar una merma «importante» en su patrimonio.
«En estas circunstancias no quiero hablar con Suiza, dar órdenes, ni tengo la cabeza para decidir y creí que lo más prudente para que mi patrimonio no cayera era encargarle ese control», afirmó.
Además, aseveró que el «único sitio» donde ha tenido cuentas es el país helvético y que Yáñez logró «importantes plusvalías» gracias a su gestión. «Otras muchas personas tienen una cuenta con activos depositados en Suiza», agregó.
Así se pronunció cuando el juez le preguntó sobre las operaciones efectuadas desde otra cuenta bautizada como Obispado. «Conozco muchísimas cuentas, la Obispado, la Arranque, conozco a Ignacio, conozco a Alejandro… pero esas personas tienen cuentas en Suiza, que está sometida al secreto bancario. Ninguna de ellas tienen relación con el caso Gürtel ni con ningún tema ilícito», respondió.
En el momento en que Ruz insistía en saber el origen de las transferencias por valor de 626.000 euros realizadas entre abril de 2003 y febrero de 2004 desde Obispado a favor de la sociedad Novis, Bárcenas contestó que se trataba de un traspaso desde la cuenta del extesorero Rosendo Naseiro a una suya.
Al ser preguntado por qué el banco situaba a Bárcenas como un ejecutivo «independiente», sin hacer mención a su actividad política, Bárcenas indicó que «entendía que ser gerente del PP no era una actividad que yo tuviese que comunicar porque era una actividad en el ámbito privado».
También señaló que en su «casa» se desconocía la existencia de las cuentas en el país helvético. «Siempre he sido muy prudente. No me ha gustado que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha», sostuvo. «Mi mujer, ni firmó. No ha tenido conocimiento de nada relacionado con este tema», agregó con respecto a Rosalía Iglesias, a la que exculpó diciendo que puso su nombre como «seudónimo» en una tarjeta de crédito, pero que ella «jamás» llegó a saber esta circunstancia ni usó dicho medio de pago.
Mientras, el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, que compareció ayer ante el magistrado en calidad de testigo, señaló que Bárcenas le confesó que recomendó a un empresario, habitual del partido e imputado en la causa, que se dirigiera al presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaria, porque ya había sido sustituido por éste al frente de la Tesorería. El donante quería aportar 300.000 euros antes de las elecciones.
Por otro lado, la Fiscalía Anticorrupción presentó un escrito al juez en el que considera procedente la petición de las acusaciones para que declare como testigo la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, «para que explique el procedimiento de recepción de las donaciones anónimas percibidas por el partido».
