Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza o Palma de Mallorca fueron algunas de las principales ciudades donde multitud de personas se echaron ayer de nuevo a la calle en protesta por los recortes del Gobierno y las autonomías que afectan especialmente a la Educación pública. La jornada transcurrió sin incidentes, excepto en la Ciudad Condal, donde las movilizaciones se saldaron con cargas policiales y varios detenidos.
En la capital catalana, ante la sede de la Bolsa, algunos estudiantes lanzaron pintura, piedras, petardos, cristales y pelotas a los furgones de Mossos d’Esquadra que custodiaban el edificio, además de increpar a los trabajadores del lugar gritando «hijos de puta» y «basura». Otros incidentes acaecidos fueron la quema de cuatro contenedores, lo que derivó en cargas policiales y la agresión a un cámara de Antena 3, que ya se encuentra bien, el cual recibió algunos golpes en la cara al grabar a varios jóvenes arrojando piedras y otros objetos contundentes frente a una entidad bancaria.
Los sucesos se saldaron con varias detenciones y heridos; situación que no se repitió en ninguna de las otras ciudades.
En Madrid fueron más de un millar los estudiantes que se manifestaron contra los recortes educativos que, según afirmaron, se están acometiendo en algunas comunidades autónomas, y en «solidaridad» con los alumnos valencianos que estuvieron involucrados en las protestas y cargas policiales de la semana pasada.
La marcha, la más multitudinaria de todas las vividas en territorio nacional, comenzó pasadas las 12,00 horas frente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y finalizó, sin incidentes, en la Puerta del Sol a las 13,30 horas. Tanto organizaciones como estudiantes criticaron también el «peligro» que sufre la Educación pública por estos ajustes.
En concreto, los responsables de enseñanza de UGT (FETE-UGT) entregaban el manifiesto Defiende lo Público, defiende la Educación a las Consejerías y direcciones provinciales, al entender que «están aplicando políticas restrictivas en materia educativa, lo que traerá como consecuencia un deterioro de la calidad y la equidad de este servicio público».
En Valencia, epicentro de las movilizaciones contra los recortes durante la pasada semana, miles de estudiantes se unían para «decir no a los recortes en la calidad de la enseñanza pública y la represión de las reivindicaciones» en una multitudinaria manifestación que definían como la de «la dignidad».
La protesta, apoyada por diversos colectivos estudiantiles de niveles medios y universitarios y algo tímida al principio, se animó al entrar en la calle de la Paz, donde los lemas que corearon los jóvenes se oyeron con más fuerza. «No a la privatización», «Delegada dimisión», «Menos Policía, más Educación» y «En Valencia se acaba la paciencia» fueron los más repetidos.
