No, no asustarse; el título no hace referencia a personas, sino, como es lógico, a aves de rapiña. Aclaración para que no haya confusiones… (Aunque si se ahondara…).
Hace unas semanas se recordó en estas páginas que El Refugio de Aves Rapaces de Montejo de la Vega de la Serrezuela cumplía nada menos que 46 años de vida.
Esta circunstancia “obliga” a mi memoria a remontarse a los años 70 del siglo pasado, cuando se empezaron a divulgar las primeras noticias sobre la existencia de una importante colonia de rapaces en las proximidades de la citada localidad, en las Hoces del Río Riaza. Y una de las personas que protagonizó las noticias fue un entonces buen amigo —cuya pista perdí hace tiempo— que era maestro nacional en la citada localidad de Montejo, Dionisio Escudero Pascual. Tenía a mi cargo entonces, en este diario, las informaciones local, deportiva y de la provincia, por lo que mantuve un contacto muy directo con Dionisio, hombre enamorado de aquellas tierras que nos “hacía vivir” a través de las crónicas que enviaba y en la mayoría de las cuales la información sobre los nidos de rapaces estaba a la orden del día, sin olvidar sus aficiones a la arqueología, que también en la comarca ofrecía grandes atractivos.
Tenía Montejo por entonces unos 400 habitantes, según el Anuario Geográfico y Catastral, y contaba con iglesia, una posada, un párroco, médico y dos escuelas. En ellas estaba Dionisio como maestro (qué nombre tan bonito, familiar…y ya lamentablemente olvidado). Se hacía constar también en el Anuario la existencia, cerca del pueblo, de las ruinas del convento del Casuar, hoy declaradas Bien de Interés Cultural. Ahora, Montejo tiene unos 150 habitantes y varios hoteles y casas rurales en su entorno, como apoyo a El Refugio.
Se publicó en estas páginas en Enero del 1971 un artículo firmado por el abogado e historiador Manuel González Herrero, en el que daba a conocer diversas particularidades de Montejo y sus inmediaciones, que apostilló a seguido el amigo Escudero con una serie de artículos sobre el pueblo y Casuar, y apuntaba en uno de ellos: “A lo largo del río Riaza, murallones plagados de cuevas auténticamente prehistóricas, situadas en lugares ancestrales donde se respira paz y sosiego, invitando a la meditación, y solo poblado por el volar de esos cientos de buitres que se esparcen en las rocas a lo largo de las márgenes del Riaza. Quizá sea ésta una de las más importantes colonias de España”.
Y lo era, porque ya antes habían descubierto la zona algunas productoras cinematográficas extranjeras, y poco a poco se llegó a reconocer por los expertos lo que Escudero decía en sus crónicas. Así, años más tarde, ya en 1974, mi compañero de redacción entonces, ya lamentablemente desaparecido, Antonio Santiño, entrevistaba al que fue famoso doctor Félix Rodríguez de la Fuente con motivo de los primeros pasos que se daban para crear oficialmente un refugio de aves de presa en Montejo. Se llegó al feliz momento el 13 de Enero de 1975 cuando el entonces Príncipe de España, don Juan Carlos, acompañado del Príncipe Bernardo de Holanda, presidieron la inauguración del refugio de Aves de ADENA (Asociación para Defensa de la Naturaleza). Se invirtieron en las instalaciones doce millones de pesetas. Entonces se estimaba que había unas 150 parejas de buitres leonados. Hoy registran los naturalistas la presencia de unas 300 especies de vertebrados, aunque las aves rapaces constituyen la mayor riqueza faunística de El Refugio, destacando asimismo la numerosa colonia de buitres leonados, con más de mil ejemplares, una de las más importantes de la Península Ibérica y del continente europeo.
Desde aquellas lejanas épocas a que me refiero, la evolución ha sido notable, y de ella daba cuenta en este diario, el día 13 del pasado mes, al recordar los 46 años de vida del Refugio, el naturalista doctor Fidel José y Fernández -Arroyo, presidente del Fondo para el Refugio de Rapaces de las Hoces del Riaza, destacando las numerosas publicaciones que existen sobre el centro, conferencias, congresos, libros, programas de radio y televisión, etc. que en los últimos años le han tenido como protagonista.
El Refugio sigue contando con grandes atractivos, especialmente para los enamorados de la Naturaleza, porque la contemplación de las colonias de rapaces es un bello espectáculo, y lo tenemos aquí, en nuestra provincia.
