La Consejería de Salud y Familias informó ayer de que el número de pacientes hospitalizados en Andalucía con sospecha de infección o con infección confirmada por la bacteria ‘Listeria monocytogenes’ es de 61, ocho menos que los contabilizados la jornada anterior, mientras que se mantienen en 201 los casos confirmados tras no haberse detectados nuevos este domingo.
Así lo detalla en una nota de prensa la Consejería, que destaca que la disminución en el número de ingresados representa una bajada del 11,6 por ciento. La crisis de la listeriosis suma ya la muerte de tres de las personas afectadas, cuatro abortos en Andalucía y otro más fuera de la región.
La distribución por provincias de los pacientes en hospitales sitúa a Sevilla en la cabeza con 46, Huelva con nueve, Málaga con tres, Cádiz con dos y Granada con uno.
La Consejería resalta que en la evolución del brote no se ha producido ningún nuevo caso de infección fuera de la provincia de Sevilla desde hace más de siete días y que el número de casos nuevos diarios “se ha reducido de manera significativa y sostenida” desde el día 23 de agosto, cuando hubo cinco nuevos.
Así pues, el día 24 se registraron cuatro, el día 25 uno, el día 26 tres, el día 27 ninguno, primera jornada sin nuevos casos, el día 28 uno, el día 29 ninguno, el día 30 cuatro, y este sábado 1 de septiembre ninguno de nuevo.
El portavoz del gabinete técnico creado por la Consejería de Salud y Familias para el seguimiento del brote de listeriosis, el doctor José Miguel Cisneros, señala que los datos descritos “confirman la inflexión del brote, con una reducción sostenida del número de casos nuevos de infección y de pacientes hospitalizados”. También ahonda en que “el brote ha quedado circunscrito a la provincia de Sevilla”, pues el último caso diagnosticado fuera es del día 24 de agosto en Cádiz.
Cisneros recalcó que “el brote aún no ha terminado y es esperable que aparezcan casos poco frecuentes durante varias semanas”, que “afectarán principalmente a la población de riesgo: embarazadas, pacientes inmunodeprimidos, con enfermedades crónicas y ancianos”.
A ellos se dirigió cuando recordó a que si han consumido el alimento contaminado deben consultar a su médico de familia, o también a su ginecólogo en el caso de las embarazadas, tuvieran o no signos de infección.
