El ex presidente del Gobierno José María Aznar defendió ayer en San Sebastián la necesidad de «derrotar a ETA», para lo que se deben «rechazar engaños» y «asegurar» que la organización terrorista «y sus cómplices» queden «definitivamente fuera de las instituciones democráticas que quieren destruir».
Aznar intervino en un acto de homenaje al que fuera dirigente del PP en Guipúzcoa Gregorio Ordóñez, de cuyo asesinato a manos de ETA se cumplieron 15 años, y recordó que hace cinco ya advirtió de que la única política antiterrorista posible era la que busca la derrota de la banda.
En el transcurso de este acto, la Fundación Gregorio Ordóñez entregó su premio anual a la asociación Dignidad y Justicia, que recogió su portavoz, Daniel Portero, quien avisó a los presentes de que «no se fíen» de los socialistas.
Además de la viuda de Ordóñez, Ana Iribar, y la hermana del ex líder del PP de Guipúzcoa, Consuelo Ordóñez, acudieron al Kursaal el presidente del PP del País Vasco, Antonio Basagoiti, y sus tres antecesores: María San Gil, quien fue compañera de Ordóñez, Carlos Iturgaiz y el ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja.
José María Aznar cerró el homenaje con un discurso en el que valoró el acuerdo de Gobierno que su partido mantiene con el PSE/EE en el País Vasco, que calificó de «acontecimiento esperanzador» posible gracias a la «generosidad y altura de miras» del PP.
El ex presidente opinó que el recuerdo de Ordóñez remite a la necesidad de «no perder el tiempo para derrotar al terror» y a «no dilapidar el legado de tantos que como Gregorio han entregado todo en la lucha contra los enemigos de nuestra libertad y convivencia».
Por este motivo, llamó a no caer en «cálculos oportunistas, disfraces legales y operaciones de confusión y engaño, como sin duda intentarán los terroristas y sus voceros», lo que significa, agregó, asegurar que la izquierda abertzale «no estará presente en las elecciones municipales del próximo año en el País Vasco ni en Navarra».
