El Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid ha aprobado el proyecto de presupuestos para el año 2024 recientemente, y donde se prevé un plan para rejuvenecer los pueblos que cuentan con menos de 2.500 habitantes censados con la finalidad de revertir el avance en las zonas rurales mediante el otorgamiento de ayudas fiscales a quienes decidan vivir en ellos.
El plan tendría un coste de 9 millones de euros el primer año de entrada en vigor de las medidas y consiste en un ahorro fiscal que disfrutarán aquellos contribuyentes que decidan instalarse en dichos núcleos rurales. Este plan de apoyo a los pequeños municipios está destinado a personas que ya residan en la Comunidad de Madrid y trasladen su residencia a un pueblo de esa región. La medida va dirigida básicamente a jóvenes menores de 35 años que se decidan instalarse a esos pueblos con menos de 2.500 habitantes, como consecuencia de la compra o alquiler de una vivienda.
La primera medida está constituida por una deducción en el IRPF para los menores de 35 años que trasladen su residencia habitual a esos pueblos, será una deducción de cerca de 1.000 euros siempre que aquellos mantengan esa residencia durante el año del traslado y los tres siguientes. La segunda medida consiste también en una deducción en el IRPF debida a la adquisición de una vivienda habitual en aquellos municipios, con un límite de 1.500 euros anuales. Unas medidas que pueden acumularse: traslado de residencia y adquisición de vivienda habitual. La tercera medida consiste en una bonificación del 100% en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados con motivo de la adquisición de una vivienda habitual en ese medio rural (nueva o usada), con un coste de 7 millones de euros.
Estas medidas tributarias centradas en aquellos jóvenes menores de 35 años que decidan trasladar su residencia al medio rural son interesantes.
La despoblación es el gran problema de Castilla y León, dado que en los últimos diez años nuestra Comunidad ha perdido más de 175.000 habitantes y, en los últimos 20 años, el 86% de los municipios se ha ido despoblando. Castilla y León cuenta con 94.226 kilómetros cuadrados de superficie, pero en la misma solo viven 2,4 millones de personas, menos que en la ciudad de Madrid.
La Ley 2/2022, de rebajas tributarias en la Comunidad de Castilla y León, recogió el un incremento de un 40% en la deducción por nacimiento o adopción de hijos en los municipios de menos de 5.000 habitantes en el IRPF y una reducción del tipo impositivo reducido aplicable a las transmisiones de inmuebles que se destinen a ser sede social o centro de trabajo en el medio rural cuando esa adquisición esté vinculada a la creación de empleo, así como redujo la tributación por la compra o arrendamiento de explotaciones agrarias prioritarias y por el arrendamiento de fincas rústicas.
La Comunidad de Castilla y León ya dispone una deducción en el IRPF por la adquisición de una vivienda en la Comunidad en un municipio de menos de 10.000 habitantes, pero sería conveniente la creación de una deducción fiscal para aquellos ciudadanos de la Comunidad que decidan trasladar su residencia a un pueblo. No obstante, la pelota está también fundamentalmente en el campo del Estado, dado que también resultaría necesaria una reducción de la tributación de las empresas radicadas en el medio rural tanto en el Impuesto sobre Sociedades como en el IRPF, mediante la creación de una deducción tributaria que compense las dificultades del ejercicio de una actividad económica en los pequeños núcleos rurales.
