Cada vez es menos habitual para la lidia de rejones anunciar astados fuera de los dominios del encaste Murube, pues ver ejemplares de Saltillo para esta práctica es un algo prácticamente insólito. Ayllón, a través de la empresa Torofusión, vivió este domingo un festejo de rejones nada usual con cuatro novillos-toros de una divisa cuya simiente fue predilecta en otra época de grandes toreros como Rafael Guerra ‘Guerrita’, con un origen del que bebe principalmente la cabaña mexicana. Un hierro histórico en manos de José Joaquín Moreno Silva, al que se midieron dos jinetes alternativa, el portugués Paulo Jorge Santos y el granadino Sebastián Fernández, que salieron por la Puerta Grande al cortar dos orejas cada uno de un envío duro, bravo y encastado que puso una emoción un espectáculo que acostumbra a ser más pastueño por la frecuente selección de ganado más comercial o asequible para el rejoneo. Con todo ello, el luso tiró de veteranía, apoyándose en la vistosidad de sus caballos y en el alarde ante el público, para cumplir el compromiso con cierta holgura; mientras que Fernández vivió las dos caras del toreo: vio cómo un astado se le iba a los corrales al escuchar los tres avisos, dada la dureza del animal para descabellar, y después firmó la faena más entonada de la tarde para sumar un nuevo triunfo a su exitosa temporada.

Musculado, bien presentado y duro fue el primer ejemplar, que tuvo fijeza y celo. Novillo bravo y encastado, nada fácil, que apretó en las monturas de Santos, llegando incluso a derrotar en varias ocasiones en los cuartos traseros de los caballos. Faena firme y variada del portugués, ante un buen astado, que fue reconocida con ovación.

Serio, maduro, fuerte y bajo fue el segundo de su lote. Del guarismo del 0. Un toro. Ejemplar con casta y rudo de patas, aunque con un punto menos de movilidad que sus hermanos, con el que un experimentado Santos estuvo inteligente para cumplir el trance airoso. Clavó las banderillas con eficacia, sin ceñirse al riesgo y buscando más agitar los tendidos y mostrar sus caballos para eludir la comprometida embestida del astado. Al final, paseó dos orejas para asegurarse la Puerta Grande.

TRES AVISOS Y TRIUNFO
El primero del lote de Fernández fue otro novillo duro, con tranco, emoción y transmisión, al que aguantó desde el inicio con la garrocha. Muy dispuesto estuvo el granadino, con una monta capaz y elegante, frente a un astado que tuvo mucha fuerza y no se dejó ganar la partida. Sainete de Fernández con el descabello, al no descolgar el burel, en un trasteo que se alargó en exceso hasta que se acordaron de empezar a dar los avisos. Sonaron los tres y el novillo volvió al corral, pero el reglamento se aplicó tarde. Casi hora y media de festejo y todavía quedaban dos novillos.

Cerró plaza un bravo novillo, que persiguió a las monturas muy pegado con un celo extraordinario. Lo llevó muy cosido Fernández a dos pistas y, a medida que fue recuperando la confianza, lo toreó con gusto y decisión. Terminó por poner al público de su parte con arriesgadas piruetas en la cara del astado, banderillas cortas y la suerte del teléfono con mucha entrega. Gran faena del granadino a un excelente novillo, que le valió para pasear dos trofeos y salir en hombros junto a Santos.

Ficha
Plaza de Toros de Ayllón. Tercer festejo de la feria taurina de San Miguel. Dos tercios de entrada. Astados de Saltillo, bien presentados y encastados.
Paulo Jorge Santos, ovación y dos orejas.
Sebastián Fernández, silencio (tres avisos) y dos orejas.

