La Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS) considera que el Ayuntamiento debería promover la declaración de nuevas áreas de rehabilitación (ARCH) en el casco antiguo donde incluir aquellos edificios que precisen reformas, por su antigüedad o mal estado, y que quedaron fuera de los anteriores planes de la Judería y de Canonjías —actualmente en marcha—. La petición, acordada en la última asamblea de AVRAS, responde a la ‘preocupación’ que existe entre los residentes tras la entrada en vigor de la ordenanza sobre la inspección técnica de edificios (ITE), que afecta a todos los inmuebles con una antigüedad superior a los 40 años.
Como se sabe, el Ayuntamiento no ha publicado aún el listado de los primeros edificios que deberán someterse a la ITE —alrededor de 350 en 2012— ni informado sobre la línea de ayudas que ofrecerá a los propietarios. “Se supone que no será mucha [la ayuda], dada la situación económica de las arcas municipales, pero los vecinos tampoco están en situación de abordar estas reformas que puedan derivarse de las inspecciones”, explicó ayer el portavoz de AVRAS, Pedro Montarelo. Los vecinos presentes en la asamblea expresaron su preocupación por el “agravio comparativo” entre aquellos propietarios que se han acogido a las subvenciones del ARI de la Judería —y quienes lo harán del ARCH de las Canonjías— frente a quienes ahora deberán someter sus inmuebles a la ITE, donde, en teoría, las ayudas serán mucho menores. “Creemos que habría que extender estas áreas de rehabilitación —Judería y Canonjías— o afrontar un nuevo ARCH que abarque todos los edificios que no estén comprendidos en los anteriores”, indicó Montarelo.
Por otra parte, en la asamblea los vecinos se mostraron confiados en la posibilidad de que la Junta de Castilla y León rectifique y reabra el Hospital Policlínico para uso sanitario. Según Montarelo, en la asamblea una representante de la Plataforma en defensa del Policlínico explicó algunos de los argumentos que el colectivo trasladará, en una próxima entrevista, ya pactada, al consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado. Entre ellos, según dijo el portavoz de AVRAS, que Segovia es la única provincia de Castilla y león que no tiene un hospital de medias y largas estancias; que es la que tiene una menor proporción de camas por habitante —2,29 por cada 1.000— y que desde el cierre del Policlínico se habían perdido 107 camas. “Creemos que son argumentos suficientes como para convencer al consejero”, apuntó Montarelo, quien señaló que en la asamblea se acordó mantener la medida de colocar carteles reivindicativos sobre el Policlínico en balcones y ventanas; en el deseo de que la acción se extienda también al resto de barrios de la capital.
Por otra parte, en la asamblea se informó sobre la nueva ordenanza relativa a la venta y consumo de alcohol. “No nos ha dado tiempo a analizar la norma con detalle, quizá presentemos alguna alegación, aunque en principio nos parece bien en su contenido (…) esperemos que cuando se apruebe se aplique y no se quede en papel mojado”. También se reclamó la necesidad de que el Ayuntamiento aborde la actualización de las ordenanzas sobre el ruido; así como que extreme la vigilancia sobre las tareas de limpieza; concretamente por la suciedad que se produce en el entorno de los contenedores porque se vuelcan de forma descuidada los desperdicios. Los vecinos pidieron además un contenedror de ropa en el casco histórico —propusieron la zona próxima al Museo Zuloaga, donde ya existen 11 contenedores—, que se señalize mejor el paso de peatones de la calle San Frutos — “es de losa y adoquín y apenas es perceptible”— y que se habiliten otros nuevos: de la Plaza de San Esteban a la Travesía de Escuderos; en la calle San Agustín — frente a la Jefatura Provincial de Tráfico— y en la zona entre Conde Cheste y Taray. La asamblea acordó solicitar una entrevista para plantear ésta y otras demandas al concejal de Tráfico, Alfonso Reguera.
Dos farmacias de guardia
AVRAS, que integran unos 170 socios, se dirigirá al Colegio de Farmaceuticos de Segovia para pedir que la ciudad cuente con dos farmarcias de guardia cada día. A la asociacion le gustaría, según quedó de manifiesto en la asamblea, que una de las dos farmacias estuviera abierta de forma permanente en el casco antiguo, donde residen unas 3.000 personas, con un porcentaje amplio de población envejecida. “Si no pudiera ser en el casco antiguo, al menos en dos puntos de la ciudad que tuvieran una mayor proximidad a los vecinos”, apuntó ayer Montarelo. “Cuando hay una sola farmacia de guardia y está a la otra punta de la ciudad, a altas horas de la noche, en ocasiones es díficil que un taxi llegue de forma inmediata”, añadió. Tras admitir que establecer dos farmacias de guardia “puede suponer un trastorno añadido” a los farmacéuticos, Montarelo indicó que los beneficios se extienden al conjunto de la ciudad. “El turista que necesita una medicina le resulta difícil localizar la farmacia de guardia”.
