Dominik, de 28 años, habitante de la ciudad alemana de Cloppenburg, cerca de Bremen emprendió un largo viaje en bicicleta desde su residencia hasta Segovia, recorriendo un total de 3.056 kilómetros 140 diarios, en 22 días, viajando por Alemania, Suiza, Francia y España, hasta el pasado lunes que llegó a la ciudad.
La razón por la que decidió comenzar con esta intrépida experiencia radica en su afición por arbitrar partidos de fútbol en su pueblo y en los alrededores, a los cuales siempre iba en su bicicleta. Un buen día decidió visitar a su amigo, que actualmente vive en Segovia, planteándose la posibilidad de hacer el trayecto con su vehículo de dos ruedas, hasta que finalmente decidió emprender el viaje la madrugada del 10 de junio con lo más básico y necesario en su mochila
Este aventurero admite que le gustan las “cosas locas” y las experiencias especiales, por lo que la idea de llevar a cabo este viaje forma parte de su identidad y de su afición por este deporte.
A lo largo del camino ha tenido la oportunidad de conocer a gente maravillosa que se ha ofrecido voluntaria para hospedarle y ayudarle, y aun más han sido las personas que a lo largo de los cuatro países recorridos han echuchado atónitas la historia de Dominik.
Pero en 3.000 kilómetros no todo puede salir bien, y reconoce que ha tenido que hacer frente a la soledad, al cansancio, al calor, a complicaciones como encontrar un lugar asequible donde dormir y algún imprevisto como la rotura de la llanta trasera de su vehículo.
Su guía ha sido la conocida aplicacion ‘Google maps’ a través de la cual se orientaba en su ruta, apoyado por las indicaciones de los habitantes de los lugares por los que ha transitado.
El ciclista y aventurero asegura haber pasado muy buenos momentos acompañados de bellos paisajes que a lo largo del recorrido iban cambiando de forma y de color. Aunque sin duda lo mejor que le he aportado esta experiencia ha sido ese espíritu de superación que sintió tanto cuando coronó el ‘Alpe d´Huez’ y cuando llegó finalmente a Segovia.Aún no tiene decidido cómo regresará, puede que sea en tren o en avión, pero la destreza empleada no quedará en el olvido.
