Encadenadas desde la noche de los tiempos, Segovia y Ávila han protagonizado durante siglos la historia de un antagonismo cuyos días tocan a su fin de hacerse realidad el anuncio del ministro de Fomento, José Blanco, de construir una línea de alta velocidad entre las dos ciudades.
En el siglo XX, la rivalidad heredada se trasladó a los terrenos de juego, especialmente a los partidos entre la Gimnástica Segoviana y el Real Ávila, con intensísimos derbis que solían encaramar a un equipo y hundir a su oponente. Pero si en un campo se ha constatado esta ‘teoría del péndulo’ entre Segovia y Ávila no ha sido precisamente en el fútbol sino en el que hace referencia a las infraestructuras.
Desde hace ya décadas, las dos ciudades se han visto enfrascadas en una especie de “carrera ferroviaria” donde el triunfo de una conllevaba, de forma inexorable, la derrota de su rival. La memoria colectiva segoviana culpa al abulense Adolfo Suárez de haber convertido a su ciudad en una estación ferroviaria clave para conectar Madrid con el norte de España, en detrimento de Segovia, que perdió, entre otros servicios, el añorado ‘Correo de Santander’. La situación se tornó bruscamente en 2007, año de inauguración del AVE entre Madrid y Segovia, que relegó a Ávila a un segundo plano en el mapa ferroviario español. Ahora, cuando la alta velocidad Ávila – Segovia entre en funcionamiento, las dos ciudades están condenadas a mudar su antagonismo en complementariedad, cambiando así el rumbo de su ancestral competencia.
La alta velocidad entre Ávila y Segovia, de la que todavía se desconocen detalles —Blanco únicamente señaló que la línea tendrá una longitud de 55 kilómetros y permitirá llegar de Ávila a Madrid en 40 minutos— permitirá acercar dos ciudades que, a pesar de su cercanía, han estado mal comunicadas. El transporte público por carretera ha resultado tradicionalmente escaso, como han sufrido los segovianos que acudían a la ciudad abulense a estudiar Turismo o a la Academia de Policía o los que, en sentido inverso, cursan estudios universitarios en Segovia. A este déficit de servicios se añadía, para colmo, la deficiente señalización entre Segovia y Ávila. Un revelador estudio realizado para la Cámara de Comercio de Segovia puso de manifiesto la dificultad que tenían los conductores que llegaban a Ávila para encontrar la salida en dirección a Segovia, un hecho que era copia de lo que ocurría a los pies del Acueducto.
Si se cumple la promesa de la alta velocidad, las dos ciudades podrían aprovechar la sinergia que genere la infraestructura, ahondando en el camino todavía no demasiado explorado del beneficio compartido —a excepción de iniciativas como la del grupo Ciudades Patrimonio, a la que pertenecen ambas—. En cualquier caso, y aunque el recelo entre abulenses y segovianos se reduzca con el AVE, pervivirán —ojalá no por mucho tiempo— diferencias, y desde Segovia se seguirá mirando, con un poco de envidia, el palacio de congresos que sí tiene Ávila.
Los empresarios y sindicatos de Segovia dan su apoyo unánime al proyecto
El anuncio de José Blanco ha sido recibido con satisfacción en Segovia. Después de que el alcalde, Pedro Arahuetes, se congratulara de la noticia, las declaraciones en el mismo sentido de partidos políticos, empresarios y sindicatos se han producido en cascada.
Desde la Cámara de Comercio se defiende que el AVE Ávila – Segovia es “una magnífica noticia”, considerando que la entrada en funcionamiento de la infraestructura puede convertirse en un factor de dinamización económica para el oeste de la provincia de Segovia. La Cámara de Comercio la futura línea “consolidará el eje Madrid – Segovia – Valladolid como principal corredor para el norte de la Península”, lo que contribuye a incrementar el tráfico por la estación de Segovia. Además, la Cámara de Comercio pronostica que la alta velocidad entre Ávila y Segovia facilitará sinergias empresariales.
Por su parte, la Federación Empresarial Segoviana (FES) valora que, con la conexión de Ávila con Segovia se ampliarán los destinos desde la estación Segovia – Guiomar y el más que previsible incremento número de trenes que conectan Segovia con Madrid para dar respuesta a los nuevos viajeros. La FES, que pide “celeridad” en la ejecución de las obras, estima que la futura línea “supone un paso muy importante en la vertebración regional”, que debería ser complementado con una vía de alta capacidad por carretera para unir Ávila, Segovia y Soria.
Los sindicatos coinciden con los empresarios en las expectativas que crea el AVE. Miguel Ángel Mateo, responsable de la Federación de Administraciones Públicas de UGT cree que, aunque la infraestructura “tardará todavía en llegar”, cuando lo haga “convertirá a Segovia en un importante nudo ferroviario para la cornisa norte”. A su juicio, “será un atractivo importante para el establecimiento de empresas”.
Mientras, Ignacio Velasco, secretario provincial de CCOO, dijo alegrarse por los puestos de trabajo que creará el AVE y también por los abulenses, que estaban “fuera de juego” desde la línea Madrid – Valladolid de la alta velocidad comenzó a pasar por Segovia, en el año 2007.