La Junta de Castilla y León concedió autorización este año a 92 establecimientos para la organización del juego de las chapas durante la Semana Santa. Las provincias de Burgos, León, Palencia, Segovia, Valladolid y Zamora contarán con puntos de juego dentro de diferentes bares repartidos por 64 municipios, según informó el Ejecutivo autonómico.
El consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, recordó que es una “importante seña de identidad” de la Semana Santa en muchos pueblos de Castilla y León, y, por tanto, aseguró que la Junta apoya y ayuda a mantener esta costumbre, dando seguridad jurídica a sus organizadores, y protegiendo a los jugadores ante cualquier posible fraude o conducta dañina”.
El reglamento regulador estipula que todas las apuestas se han de realizar con dinero líquido, impidiendo apuestas sobre bienes muebles o inmuebles, o sobre animales. También establece la posibilidad de que el juego se desarrolle en un local cerrado o al aire libre, con los correspondientes permisos municipales, bajo luz natural, y a más de 100 metros de centros educativos.
Entre las infracciones administrativas, se contemplan como infracciones graves o muy graves la organización de partidas clandestinas, la manipulación del material de juego utilizado, el impago a los participantes de las cantidades ganadas, o las conductas desconsideradas hacia los jugadores.
La Junta recordó que el juego de las chapas se practica de forma tradicional en la Comunidad y constituye una costumbre con un “fuerte” arraigo social en municipios de todo tamaño, aunque es en las zonas rurales donde sigue desarrollándose con mayor intensidad. Además, indicó que se cree que tiene su origen en el sorteo que hicieron los soldados romanos de la túnica de Jesucristo antes de su crucifixión.
Esta afición consiste en el lanzamiento de dos monedas llamadas ‘perras gordas’, tradicionalmente monedas de diez céntimos de la época de Alfonso XIII. Los jugadores, reunidos alrededor de un corro que dirige el organizador del juego o ‘baratero’, apuestan en el suelo una cantidad de dinero estipulada por un jugador que hace de banca, y deben tratar de adivinar si ambas monedas quedarán en posición de caras o de cruces. Si cada una de las monedas muestra una cara diferente, se deberá repetir la jugada hasta que coincidan.
