No hay fallo mecánico. A falta de las explicaciones más detalladas que hoy se darán a conocer en la comparecencia de la alcaldesa Clara Luquero ante los medios de comunicación, el Ayuntamiento parece descartar que el autobús que en la tarde del martes ocasionó cinco heridos y cuantiosos daños materiales en nueve vehículos al perder el control en la Vía Roma sufriera algún tipo de avería que hubiera podido ser la causa del percance.
Horas después de producirse el suceso, y a través de las redes sociales, el Ayuntamiento ya avanzaba que el vehículo implicado “no tiene ningún problema mecánico”, haciendo constar que “de hecho ha vuelto circulando a la base”, mientras que precisaba que la Policía Local investiga otras posibles causas del siniestro. En la mañana de ayer, la alcaldesa Clara Luquero ratificaba esta teoría, aunque señaló que será hoy en la habitual conferencia de prensa tras la reunión de la Junta de Gobierno local cuando se ofrecerá una información más detallada sobre el suceso.
Aún así, Luquero señaló que el vehículo “volvió a la base por sus propios medios, aunque habíamos habilitado una grúa para su transporte, pero regresó a sus cocheras funcionando con normalidad, y señaló que los técnicos de la empresa y la Policía Local comprobaron el ordenador de a bordo del vehículo sin que aparentemente se detectara ningún fallo significativo, por lo que según aseguró la alcaldesa el accidente puede atribuirse “a un fallo humano” por parte de la conductora del vehículo.
Aunque en un principio se habló de cuatro personas heridas, el balance final de víctimas del suceso fue de cinco personas, entre las que se cuenta la propia conductora, que sufrió golpes y magulladuras al intentar subir hasta en dos ocasiones al vehículo al advertir que circulaba sin control. Todas ellas fueron dadas de alta a lo largo de la tarde-noche del martes, a excepción de uno de los heridos, que permaneció en observación y que presumiblemente fue dado de alta ayer.
Luquero precisó que desde el Ayuntamiento “hemos estado muy pendientes de la evolución de los heridos, y esperamos que se recuperen satisfactoriamente de sus lesiones, y que finalmente todo quede en un gran susto”.
Sin lugar a dudas, el accidente reabre el debate sobre el precario estado de conservación de la flota de vehículos que presta el servicio de transporte público en la capital. A la espera de que se resuelva el concurso del nuevo contrato de adjudicación -lastrado por las trabas judiciales y administrativas-, Segovia no contará con un nuevo servicio hasta el próximo año. Así, el pasado mes de mayo, el comité de empresa de Urbanos de Segovia UTE emitió un comunicado en el que pedía “comprensión” a los ciudadanos por la mala calidad del servicio, así como se disculpaba por estas deficiencias. Así, los representantes de los trabajadores hacían constar que hay vehículos en la calle con más de 14 años de antigüedad, y ponían el acento en las críticas a la gestión del actual equipo de Gobierno, que acumula un retraso de dos años en la puesta en marcha del nuevo servicio.
Por su parte, la alcaldesa respondía a estas manifestaciones reconociendo que “hay una parte de la flota que está obsoleta”, pero devolvía sus críticas haciendo constar que el transporte urbano “tiene que intentar por todos los medios cumplir horarios, pero también sabemos que está sujeto a incidencias y a dificultades en la movilidad”.
