El aumento del tráfico registrado tras la pandemia, unido a la mayor vigilancia en las carreteras por parte de la Guardia Civil de Tráfico, ha provocado un incremento continuado del número de conductores de Castilla y León que pasan anualmente por los cursos de reeducación vial, tanto en el caso de las personas que han perdido el carné por haber agotado totalmente los puntos, o por aquellas que deciden elevar su saldo tras cometer varias infracción.
Por provincias, León se situó a la cabeza tanto en número de cursos como en alumnos. Así, en 2023 se programaron 143 por los que pasaron 1.095 conductores, seguida por Valladolid, con un centenar de seminarios y 1.033 matriculados, y de Palencia, con 70 cursos y 644 conductores. En el lado opuesto se situó Soria con 27 cursos y 244 alumnos, seguida de Segovia con 39 y 314 conductores. En Salamanca se ofertaron 40 cursos por los que pasaron 592 alumnos; en Ávila 55 (324); en Zamora, 39 (411) y en Burgos, 65 (864).
En cuanto a la región, si en el año 2019 por las autoescuelas autorizadas por la DGT para realizar estos cursos pasaron 4.517 conductores, en 2023 fueron un millar más, hasta los 5.521, lo que supone un incremento del 22,2 por ciento. De estos, algo más de la mitad (2.782) fueron para recuperación del carné y el resto, 2.739, para incrementar el saldo de puntos.
Desde los cambios normativos introducidos en noviembre de 2024, los conductores que han perdido el carné al consumir la totalidad de los puntos de su permiso tras cometer varias infracciones de tráfico graves o muy graves, tienen que superar un curso de 20 horas y un examen. En este caso, el nuevo permiso que se entregue tendrá un saldo de ocho puntos. En el caso de que la pérdida del carné sea por sentencia judicial y por un periodo inferior o igual a dos años, no será necesario realizar el examen y el conductor mantendrá su saldo de puntos. Por su parte, en el caso de que la privación del carné sea por más de dos años, tras el curso también habrá que superar el examen.
