Mientras que gran parte de la mayoría de los españoles no se dan cuenta, porque ya bastante tiene con sobrevivir y llegar a final de mes y otros muchos -uno de cada cuatro- en verdadero estado de necesitad, se acuerdan “No dejaremos atrás a nadie”, se está produciendo en el Congreso y en particular en las últimas semanas, un asalto, un golpe autárquico a nuestro Estado de Derecho, que está intentando romper las separación de poderes de nuestro país, que aunque con deficiencias, permite entre otras cuestiones, poder controlar el nepotismo, la corrupción y el ataque por parte del poder ejecutivo, es decir del Gobierno, a los propios cimientos de nuestra democracia. Lo que está pasando en el Parlamento español en las últimas semanas es gravísimo y de tal perversión que va contra las propias estructuras del Estado y de la Constitución, pues de salir adelante, cambiará el signo de lo que hoy conocemos. El Gobierno lleva ya durante toda la legislatura saltándose los modos, costumbres y reglamentos del Parlamento, pera ahora ha llegado al extremo de querer pisotear aún más los derechos que tienen los Diputados, es decir el Poder legislativo, saltándose a la torera los procedimientos más básicos y además y en esta ocasión, afectando a la modificación de la mismísima Constitución, pues busca intervenir en el Poder Judicial y en el Tribunal Constitucional en sentido contrario a lo que la Constitución establece. El gobierno, el PSOE y sus socios que tanto quieren a España, se están saltando los procedimientos legislativos y estos derechos no están al albur de lo que otros diputados digan. Quieren en definitiva que por medio de dos enmiendas a la modificación del Código Civil para la reforma de la sedición y la malversación, reformar otras dos leyes orgánicas, la del Tribunal Constitucional y la del Poder Judicial, aunque según la propia Jurisprudencia del Tribunal Constitucional no se puede reformar leyes orgánicas mediante enmiendas que nada tienen que ver con el contenido de la Ley que se está tramitando.
La invasión de competencias y la falta de respeto a los procedimientos y reglamentos es un ataque en toda regla al ordenamiento jurídico español, y si es manifestando públicamente que lo hacen porque son mayoría o por que les da la gana y que el fin justifica los medios, eso es puro golpismo. Se están socavando los cimientos de nuestra democracia y además escuchar al presidente del Gobierno decir, que se está atacando la democracia cuando el PP interpone un recurso previsto en la ley y es por tanto legítimo, es haber caído en el totalitarismo de las dictocracias bolivarianas.
Y esto no es todo, la semana que viene más, con la Ley Orgánica del Secreto Profesional Periodístico.
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(*) Diputado Nacional del PP por Segovia.
