El fundador de Wikileaks, Julian Assange, continúa recluido en la embajada de Ecuador en Londres, donde acudió la noche del pasado martes para evitar su deportación a Suecia, donde debe ser juzgado por dos acusaciones de abusos sexuales. Su actuación supone una violación de las condiciones de libertad bajo fianza, por lo que, según informó ayer Scotland Yard, será arrestado en el mismo momento en que abandone la sede diplomática.
El australiano, de 40 años, se encuentra «fuera del alcance de la Policía británica», según indicaron fuentes de Downing Street, por lo que el Ejecutivo inglés agregó que se está trabajando con el Gabinete ecuatoriano para resolver la situación.
Assange, que debe ser extraditado a Estocolmo antes del próximo 8 de julio, alegó para ser acogido por la embajada sudamericana que es «objeto de persecución en distintos países». Así, agregó que ha recibido amenazas de muerte, boicot económico y la posibilidad de ser entregado a las autoridades de Estados Unidos.