El fundador de Wikileaks, Julian Assange, obtuvo ayer la libertad bajo fianza de 240.000 libras (282.720 euros) del juez británico que tramita la solicitud de su extradición a Suecia por supuestos delitos sexuales contra dos mujeres. El 11 de enero de 2011 se celebrará la nueva vista.
El juez Howard Liddle de la Corte de Magistrados de Westminster, en Londres, impuso varias condiciones a la salida del informático, quien, además de pagar la fianza (deberá abonar 200.000 libras en efectivo ante el tribunal), tendrá que llevar un brazalete electrónico de control y entregar su pasaporte a la Policía.
La Fiscalía, en representación del país escandinavo, recurrirá la decisión, una acción criticada duramente por el abogado de Assange, Mark Stephens, que lamentó que las autoridades suecas no acaten la sentencia y consideró que éstas «no repararán en gastos» para mantener a su cliente en la cárcel. Además, esta apelación obligará al australiano a permanecer 48 horas en prisión preventiva, mientas se tramita ese recurso.
La semana pasada, el mismo magistrado denegó la libertad condicional al fundador de Wikileaks, al aceptar los argumentos de la acusación de que había riesgo de incumplimiento.
Tras la negativa del juez, los abogados de Assange, de 39 años, habían vuelto a pedir ayer la libertad bajo fianza para su cliente, y precisaron que había al menos 10 personalidades del Reino Unido que habían ofrecido avalarle.
Anteriormente, el cineasta inglés Ken Loach, la millonaria Jemima Khan y el periodista de investigación australiano John Pilger -que se personaron en la corte de Westminster- se habían ofrecido a responder por el sospechoso.
Por su parte, el director de cine estadounidense Michael Moore ofreció a Wikileaks la asistencia de su página web, sus servidores, sus nombres de dominio y «todo» lo que pueda proporcionarle y se mostró agradecido por «el servicio público tan importante» que está realizando la organización que encabeza Julian Assange.
Además de decenas de periodistas, una multitud de simpatizantes del hacker se congregaron a las puertas del tribunal londinense para expresarle su apoyo, y recibieron con júbilo la noticia de que finalmente se le pondría en libertad.
Desde la primera vista de extradición, el pasado 7 de diciembre -el mismo día en que fue detenido en Londres mediante una orden de arresto europea-, el australiano ha permanecido en prisión preventiva.
Según Mark Stephens, Assange ha estado en una celda de aislamiento en la cárcel de alta seguridad de Wandsworth, en suroeste de Londres, y se le ha censurado la correspondencia.
