Desde que, a mediados de julio del año pasado, se reunieran por primera vez para comenzar la pretemporada, el único pensamiento de la plantilla de la Gimnástica Segoviana para la campaña 2010/2011 se resumía en una dos palabras inglesas: play off.
Estaba claro. Después de lograr el renacimiento del Club y de un tiempo de transición el equipo ya estaba preparado para luchar por acabar la temporada en puestos de play off, y estaban tan seguros de ello que su técnico Paco Maroto afirmó la semana antes del inicio liguero que “el año pasado pudimos hacer algo más, pero no se logró, por eso todos sabemos que esta vez no se nos puede escapar el play off”.
Pero la campaña no comenzó como se esperaba. Tras el empate a cero en La Albuera ante el Racing Lermeño, los gimnásticos cayeron en Aguilar y frente a la Ponferradina B, y volvieron a empatar contra Huracán Z y Almazán.
En definitiva, 3 puntos de 15 posibles en un arranque que no entraba en los planes. Pero el triunfo en Tordesillas en la sexta jornada fue un punto de inflexión que sirvió a los segovianos para encadenar cuatro encuentros seguidos ganando, más un empate en Aranda de Duero, al que le siguió una excelente racha de ocho victorias consecutivas.
La Segoviana ya había encontrado su hueco en la zona de play off, pero les tocaba lo más difícil, que era mantenerse entre los cuatro primeros.
Ni siquiera las derrotas ante rivales directos como Real Valladolid B y en el derbi contra el Real Ávila empañaron otro de los momentos clave de la trayectoria de la Gimnástica en la temporada, que fue el 1-3 logrado en El Plantío ante el Burgos. Un resultado que aupó a los azulgrana al liderato del Grupo VIII, aunque cuatro encuentros después lo perdería en Cebreros.
A pesar de todo, el quinto puesto estaba lejos, por lo que los gimnásticos tenían margen de error suficiente como para afrontar el último tramo de la Liga regular sin pasar apuros. Y así fue. Finalmente, un tercer puesto y a pensar en el play off.
La gloria del ascenso costaba ahora seis partidos, y en los dos primeros a los segovianos les tocó un rival extremeño, el Arroyo CP. Un buen resultado de 1-2 en tierras cacereñas les valió para hacer bueno el 0-0 de la vuelta en La Albuera. Después hubo que enfrentarse al campeón del grupo cántabro, el Noja, con el que se comenzó muy bien en la ida (2-0), pero ante el que tocó sufrir con el 4-2 de la vuelta. Y para acabar, la Sociedad Deportiva Logroñés, también con suspense, pero con una goleada final que ha hecho historia.
