Al menos 2.300 inmigrantes y solicitantes de asilo han muerto este año en el Mediterráneo en un intento de alcanzar las costas europeas, según un análisis de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que cifró en casi 250.000 quienes sí consiguieron llegar a Europa. De media, más de 1.000 personas fueron rescatadas cada día en su ruta hacia Italia y Grecia, los dos países que más inmigrantes han recibido en los últimos meses. Al ritmo actual, la OIM calcula que se habrá sobrepasado el cuarto de millón de llegadas antes de que acabe agosto, una cifra superior a las 219.000 registradas en todo 2014.
El año 2015 amenaza con ser un año de récord en lo que a dramas migratorios se refiere, toda vez que ya han perdido la vida al menos 2.300 personas. Se trataría de una cifra aproximada, compuesta a partir de las informaciones que recogen las ONG, muchas veces de los propios supervivientes que cuentan cuántas personas viajaban con ellos. En los últimos ocho días, se han registrado otros dos naufragios más. El 5 de agosto, un pesquero se hundió con más de 200 inmigrantes frente a las cosas de Libia y, seis días más tarde, otras 60 personas se ahogaron en la misma zona cuando la precaria embarcación en la que viajaban comenzó a desinflarse por el calor en este caso.
El director general de la OIM, William Lacy Swing, lamentó que “la situación en el Mediterráneo es muy preocupante”. En este sentido, insistió en que sería necesario “hacer más” para ayudar a quienes, en una situación “desesperada”, se arriesgan a “poner sus vidas en manos de traficantes sin escrúpulos”.
En este mismo sentido el comisario de Migración y Asuntos Internos europeo, Dimitris Avramopoulos, admitió a su vuelta de Grecia que “no hay una respuesta simple” a la crisis migratoria, pero advirtió de que ésta no sólo afectaría a unos pocos países, sino al “conjunto de Europa”. “Ningún Estado miembro puede hacer frente a la inmigración por sí solo”, afirmó Avramopoulos, en una rueda de prensa en la que abogó por un “enfoque europeo”. “Necesitamos el valor colectivo de seguir con nuestros compromisos, aunque no sean fáciles, aunque no sean populares”, añadió.
El comisario subrayó que “el mundo se enfrenta a la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial” y, en el caso concreto de Europa, hasta el continente estarían llegando “grandes flujos” de personas en busca de asilo en este caso.
Avramopoulos consideró “especialmente urgente” la situación de su país natal, Grecia, hasta donde han llegado sólo en julio casi 50.000 inmigrantes en este determinado caso.
