Asaja informó ayer de que la cosecha de cereal se situará en torno a los 3,8 millones de toneladas, cuando la campaña se encuentra en Castilla y León prácticamente en su ecuador, en un año atípico provocado por la sequía primaveral que ha obligado a adelantar la recogida. De confirmarse esta estimación, supondrá un desplome de un 42%, muy lejos de las 6,6 millones de toneladas de 2011, y un 40% menos que la media de la última década.
Según la OPA, «a día de hoy, 9 de julio, las cosechadoras avanzan a buen ritmo por la región y ya han hecho su trabajo en más de la mitad de la superficie de cereal de Ávila, Segovia, Soria y Valladolid; superan el 40% en Palencia, Salamanca y Zamora, y están algo más atrasadas en las provincias, León y Burgos».
Estas cifras reflejan que ajustes mínimos respecto a las estimaciones de producción realizadas a principios de junio por Asaja, que mantiene la cifra de 3.803.240 toneladas, «un mal dato» que, según fuentes del sindicato agrario, está teniendo ya «traducción en las lonjas provinciales, con subidas de precio que apenas compensarán las pérdidas productivas de los agricultores por culpa de la sequía».